Funcionamiento Del Sistema

467 71 109
                                    

—¡Ahhh!

—...

Escombros llenaban el callejón.

—¡Ahhh¡

—...

Las llamas cubriendo el suelo y las paredes, así como los pedazos de metal junto con la carne de los desgraciados soldados que no alcanzaron a retirarse, abundaban y bailaban al ritmo de suspiros.

—¡Ahhh, si! ¡Rika! ¡Si!

Y entre las llamas y la destrucción, los gritos de Jazmín se volvían contrastantes.

Levanté mi mano y di una nalgada; Jazmín gritó más y yo reí.

Entre tal destrucción, Jazmín se encontraba dándome la espalda, con una rodilla apoyada sobre la carcasa de un robot destruido y la otra pierna en el suelo. Yo sujetaba sus dos coletas con una mano y con la otra, apretaba su cintura para favorecer mis embestidas, o bien, palmeaba su trasero con fuerza. Eso le encantaba y la delgada capa de ropa que la cubría no disminuía la sensación.

—Te amo, Rika.

Ante sus palabras, sonreí y la golpeé de nuevo.

Sus manos, apoyadas contra la misma base en la que colocó su rodilla, amenazaban con enterrar los dedos debido a la necesidad de sujetarse.

Jazmín pronto comenzó a correrse a mares, podía sentirla salpicando mis muslos ahora desnudos.

Yo también estaba cerca, así que decidí torturarla un poco; saqué mi pene formado con magia de su vagina y mientras ella aún se corría, lo inserté en su ano de una estocada.

Ella gritó una última vez antes de finalmente dejar caer su cuerpo sobre la carcasa de metal y yo inundé su interior.

Podía ver la vagina y ano de Jazmín contrayendose mientras ella mantenía una mirada perdida aún después de que me alejé. Su cuerpo ya no tenía fuerzas y sus caderas se movían con lijeros espasmos.

Tomé mi látigo y la azoté ligeramente, causando un leve gemido mientras me alejaba.

Al darme la vuelta, un hombre; o más bien, una máquina con rostro de hombre cayó frente a mí.

—Vengo por tu cabeza.

—Que original —Respondí sarcástica acomodandome el vestido—. ¿No se supone que los caza recompensas trabajan de noche en la ciudad?

—Es una ocasión especial y las personas ya han sido enviadas a sus casas —sonrió la cabeza humana.

[Raza: Cyborg.

Lvl 60

Nombre: Triante.

Especialidad: Cuerpo a cuerpo]

Su enorme cuerpo blindado de más de dos metros de largo era de verdad imponente.

—¿Cuanto valgo? —pregunté curiosa.

—5,000 créditos —él de verdad estaba confiado.

—Cielos, es muy poco; estoy segura de haber provocado daños con un costo mucho mayor.

—Al parecer no te consideran una amenaza tan grande —respondió acercándose más a mí.

—Hay que corregir eso entonces.

Sin más que decir, el sujeto lanzó un golpe hacia mi, el cual esquivé con un giro, haciendo que su puño se impactara en el suelo.

Otro golpe siguió y me moví a un costado, obteniendo el mismo resultado de antes; la diferencia de alturas era demasiada y él solo podía golpear hacia abajo una y otra vez mientras yo me movía, retrocediendo de vez en cuando.

Emisaria De La Diosa Del Mal 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora