Reunión De Ilegales

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Maldita sea...

Maldigo mi suerte...

Debido a una serie de acontecimientos fuera de mi control, me encontraba luciendo un entallado vestido azul con un escote bastante pronunciado y dejando libre mi pierna con la marca de rose.

—Vamos, quita el mal gesto; será divertido.

—No lo creo.

—Oye ¿Por qué el mal humor? —íbamos en el auto mientras Etan no dejaba de molestarme y dar miradas indiscretas a mi cuerpo.

—Porque me pongo muy perra cuando estoy menstruando.

—¿Significa eso que no llegaré a tercera base?

Lo miré con odio y casualmente le moví el volante, haciendo que casi nos estrellemos contra otro auto; cosa imprudente a la velocidad a la que íbamos.

—¡Wow! ya entendí, ya entendí; cielos, eres peligrosa —expresó recuperando el control del carro.

Resultó que sus "Intereses románticos" eran sólo una fachada; una broma. Lo que quería era cobrar el favor que me hizo la última vez que vine a la tierra.

Según me contó, vendría a una fiesta de gala dónde se encontraban algunos de sus clientes, socios y posibles buitres que buscaban un buen negocio.

De mí, requería dos cosas. La primera, fungir como una pareja para impresionar; la segunda, ser su guardaespaldas, pues me vio pelear en la arena y tenía la idea de que haré un excelente trabajo.

El caso es que tal cosa cómo los guardaespaldas o las armas estaban algo restringidas, razón por la que tenía que actuar con ese ridículo papel.

Jazmín obviamente se molestó y cómo tal, nos seguía de cerca en una motocicleta junto con Zoe debido a que no sabía manejar. Si la pechugona decidió olvidar sus diferencias con la plana, era porque concideraba a Etan un enemigo más peligroso.

Saber que tenía que actuar como novia de este sujeto la debió poner muy celosa.

—¿Por qué nunca cubres tu tatuaje? —preguntó el chico buscando conversación.

—Porque no me da la gana.

—Oye, si vamos a actuar como pareja, debemos conocernos un poco más.

—Soy Rika, mi cabello es rubio y mis ojos púrpura, creo en la eugenesia y en torturar a los que hacen demasiadas preguntas ¿Algo más?

—Wo ¿es tu color natural de ojos? No sabía que era posible. Siempre pensé que usabas lentes de contacto —respondió ignorando mi amenaza.

—Lo sé, soy tan rara como un unicornio.

—Y tienes muy bonitos ojos.

—Gra... Gracias —un momento... ¡Me sonrojé! ¡No, maldita sea! ¡No!

—¿Pasa algo?

—Sólo guarda silencio —malditos problemas hormonales.

Corté la comunicación y veinte minutos más tarde, llegamos a una finca apartada de la ciudad.

—Señorita —me ofreció su brazo al bajar del coche.

—No esperes que te llame "cariño" —indiqué al enredar mi brazo con el suyo.

—Me conformo con un beso.

Lo pisé con mi tacón y lo obligué a caminar con el pie adolorido.

Jazmín esperaría afuera junto con Zoe, viendo todo a través de la conexión entre mis lentes de contacto y la laptop de Rose.

—Rika, no me gusta que te pegues tanto —y también me hablaría al oído.

Emisaria De La Diosa Del Mal 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora