Rika Contra El Mundo

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Esos sujetos de la MEPSI de verdad se movían rápido; me alejé unos kilómetros y no tardé nada en toparme con ellos. Con un ritmo así, les quedaba un minuto o menos para llegar con los demás.

En total, volé como cincuenta segundos; ahora entendía porque tenían sirenas que podían escucharse a kilómetros. Sus naves aéreas y vehículos que se adaptaban al inestable suelo eran muy rápidas.

Aún así, nunca fui partidaria de que las patrullas usen sirenas para otra cosa que no sea saltar el tráfico; le avisaban al enemigo que venían. Cómo tal, ahora sería yo quien sacara ventaja.

—Dos camiones de guardias; un helicóptero... Creo y algunos hummbies... —repasé a mis enemigos con una sonrisa—. Hacen demasiado alboroto; todo eso sería innecesario si yo no estuviera aquí.

Hice que mi águila se colocara a la par del helicoptero cuyas hélices habían sido reemplazadas por enormes huecos circulares y salté.

Debido a la velocidad, el golpe fue horrible y perdí la mitad de mi Hp, lo cuál era más de lo esperado; sin embargo, ahora que estaba directamente sobre las turbinas de la nave, se iban a voltear las tornas.

[Alimentador energético]

Las turbinas comenzaron a fallar debido al drenado y la nave a moverse más lento, cosa que hizo a los otros reducir la velocidad; estaba provocado un aterrizaje de emergencia.

El vehículo inició el alunizaje y la MEPSI a salir del resto; justo a tiempo, pues un molesto anuncio comenzaba a provocarme dolor de cabeza.

[Alerta: sobrecarga. Liberar energía]

[Alerta: sobrecarga. Liberar energía]

Personas y robots rodeaban la aeronave mientras apuntaban con sus armas.

[Niebla sanguinolienta]

Mi HP se había recuperado debido a la energía que absorbí, pero volví a gastar la mitad para mi hechizo; tenía que, era el que más rango de daño hacía con menor poder mágico y dado que en este mundo tenía un límite, no podía permitirme gastar magia usando otros ataques.

Los humanos y cyborgs que entraron en contacto con la niebla de sangre, comenzaron a explotar y ser absorbidos contribuyendo a su crecimiento.

Los únicos que quedaban eran los robots y si bien, la sangre podía filtrarse dentro de algunos para inutilizarlos, no con todos era el caso.

Disparos volaron en todas direcciones, pero la espesa y caliente niebla de sangre impedía que incluso sus censores me detectaran.

La única que sabía dónde estaban los enemigos, era yo, así que salté del techo de la aero nave y caí directamente sobre un robot, clavando mi espada en su fuente de poder.

Me lancé hacia otro.

[Alimentador energético].

Recuperé algo de mi HP y fui hacia el siguiente.

[Alimentador energético] .

Mi hp ya estaba en los dos tercios de su capacidad.

Seguí moviéndome entre la niebla mientras me alimentaba de algunos y hacía que otros cayeran, ya sea por mi espada o la niebla convirtiéndose en material sólido que los aplastaba y atravesaba.

Francamente, este era mi hechizo más aterrador; era la capacidad de prácticamente controlar la sangre y convertirla en un arma, pero también era el más complicado. La forma de la sangre dependía de mi imaginación e imaginar tantas cosas mientras me movía de un lado a otro para atacar, era sumamente complicado.

Emisaria De La Diosa Del Mal 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora