Autor.
Hola, Hola, antes de comenzar, olvidé hacer esta pregunta en el pasado capítulo.
¿Quienes creyeron que Rika de verdad abandonaría a las niñas?
.
.Mi cabeza daba vueltas, la botella en mi mano izquierda estaba vacía y el látigo en la derecha sujetaba una espada.
¿Cuanto alcohol bebí en el camino?
Me sentía como gretel dejando un sendero de vidrios rotos, pues me limitaba a azotar las botellas en la calle.
¿Es más, qué hago aqui?
Sacudí mi cabeza; quizás ahora sí bebí demasiado, pero la bebida no era la razón por la que me sentía tan molesta.
—Así que te servían a tí después de todo. Ya lo imaginaba —Vilkano se mostraba burlón y victorioso al verme—. Ahora podré arrestarte y todo será como antes.
—Ugh ¡¿podrías callarte?! —me quejé, su voz era más molesta bajo los efectos del alcohol.
—¡¿Qué dices?! Yo soy...
—Un pendejo, ya lo sé —me adelanté mientras retractaba mi látigo y caminaba tambaleante hacia adelante.
—¿Estás hebria?
Entre pasos, pude sentir mi resistencia al alcohol trabajando.
—No lo suficiente —llegue junto a Gz—. ¿Cómo te encuentras?
—Bien, mamá, perdón por fallar, nosotras...
Coloqué mi dedo en sus labios mientras las palabras prácticamente salían masticadas de mi boca.
—Silencio, ya lo arreglaremos en casa, dónde... —en ese momento vi el cuerpo sin cabeza de Cc—. ¿Y la cabeza de tu hermana?
Gz negó, no sabía dónde estaba.
—Es una suerte que le cortaran la cabeza a ella y no a tí.
En mi distracción, una notificación de alerta apareció y salté hacia atrás, viendo pasar un destello justo en donde me encontraba antes. Vilkano se cansó de ser ignorado y atacó.
—Maldita puta ¿Crees que puedes pasarme de largo?
Levanté mi mano e intenté usar mis llamas, pero no pude, debía ser cosa de los magos alrededor.
—¿Sorprendida? ¿Qué harás sin tu magia? En este círculo sólo los guerreros pueden pelear —Vilkano lanzó un corte horizontal y al tratar de esquivar hacia atrás, caí sentada por mi falta de equilibrio.
El caballero reía por mi inutilidad antes de darse el lujo de levantar la espada con gracia en el aire ¿me veía tan inútil?
Quizá fue mala idea venir tomada; en realidad ¿por qué vine?
Todo lo que recuerdo es que bebí dos botellas del licor más fuerte que encontré, casi sin respirar y después... No sé, estaba frente a esta mansión llena de zombies.
Suspiré, los efectos del alcohol terminaban de pasar.
Usé mana en mi brazalete, al menos eso sí podía hacerlo.
Éste se transformó en una espada y bloqueé el golpe descendente que rompió el piso bajo mis nalgas.
Me levanté mientras movía mis entumidos hombros.
—No sólo uso magia, pendejo.
—¡Perra! —otro corte horizontal y yo salté, esquivando por arriba mientras con un giro, trataba de cortar.
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Emisaria De La Diosa Del Mal 2
FantasyContinuación desde el episodio 74 de la historia original.