El Bar

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Cogimos una mesa lejos de la pista de baile y Metri parecía tener muchas preguntas.

-Ahora si, ¿Quién rayos eres? ¡¿Qué rayos eres?! ¡¿Cómo es que no tienes una interfaz?! ¿Y cómo conoces a mi hermana?

-¿Puedo tomar su orden? -un robot enano, con ruedas en las patas, interrumpió.

-Yo quiero...

-Largate de aquí, quiero que me atienda un humano -exigió Metri.

-¿Por qué odias tanto a los robots?

-¿Y a tí por qué te gustan tanto? -me cuestionó.

-Todos los hombres aman a los robots.

-¡Pero tu eres una chica!

-Cierto... -apreté los labios tratando de pensar en otra razón-. Bueno... Para empezar no soy de ésta época, digamos que soy de un ambiente menos tecnológico.

-Claro, claro -obviamente no me creía, pero me dejó continuar-. Prosigue.

-Y cuando era niño...

-Niña.

-Si sigues interrumpiendo, haré un desastre aquí también -amenacé y ella guardó silencio-. Cuando era niña, siempre me maltrataban y constantemente veía video juegos o programas de ciencia ficción dónde mencionaban las leyes de la robotica. Esos programas siempre repetían la frase "un robot no puede lastimar a un ser humano ni dejar que un ser humano salga lastimado", y llegué a pensar que si me cuidaba un robot en lugar de mis tíos, no sufriría tanto.

Desde entonces siempre quise un robot -

-Okey... Eso último es muy triste para ser mentira -mencionó la chica y Jazmín estaba llorando.

-Rika, no dejaré que vuelvas a sufrir así.

-Cómo sea, no es para tanto, aprendí mucho de eso y gracias a ello, soy la simpática, benevolente, amable, piadosa y linda persona que vez ahora.

-Si, claro -Metri curveo los ojos con ironía y Jazmín finalmente se hartó.

-¡Ya tuve suficiente! ¡¿Quién eres tu y por qué eres tan grosera?!

-¿Qué sucede con tu amiga exhibicionista? -Metri la ignoró.

-¡No soy exhibicionista!

-Si lo eres -Respondí-. Pero Jazmín tiene un punto; has sido extremadamente grosera conmigo y de no ser porque tenemos un trato, ya te habría cortado un par de veces.

-Huy, que miedo -evidentemente no me creyó, así que busqué un chivo expiatorio.

[Avo
Raza: cyborg.
Lvl 40]

"Lotería"

Sin decir nada, me acerqué a la barra de bebidas, a una sección alejada de la pista de baile, la cual era atendida por una hermosa chica con cabello que parecía cambiar de color.

El ambiente era como cruzar a un mundo diferente, pues el lugar estaba lleno de tipos rudos de apariencia peligrosa y todos eran mucho más fuertes que el humano promedio.

Particularmente, el hombre al que me dirigí, tenía lo que parecían tubos y cables saliendo de su cuello, bajando a su pecho humano y haciéndose visibles nuevamente al llegar a sus manos apenas cubiertas por una gabardina delgada.

-Noté que llevas rato viendo hacia mi dirección.

-¿Qué otra cosa podría hacer con ese culito tan dulce en frente? -tomó todo el contenido de su pequeño trago de golpe y me sujetó de la barbilla.

Emisaria De La Diosa Del Mal 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora