Emisaria De La Diosa Del Mal 2

Infiltración

-¡Construyeme esto!

-No.

-Vamos; no podré ayudarte si tu no me ayudas a mí.

Tras establecer una relación de mutuo beneficio con Silick, me di tiempo de analizar los nuevos objetos en mi posesión, descubriendo que las piezas que mi "instinto de jugador" me hacia recoger, eran partes de algún producto y el libro, era el manual para construir dicho producto; en este caso, un arma avanzada que me tenía bastante emocionada.

-No puedo; no tengo ni las herramientas ni la memoria para procesar algo así; hablar tanto contigo ya me está obligando a borrar muchas cosas.

-Yo puedo aprenderlo, pero carezco de las herramientas -expliqué.

-Lo siento, pero no podrás tener tu arma, además... ¿Dónde conseguiste todo eso?

-Lo encontré.

-Olvídalo; mejor sigamos con el plan -decidió no seguir indagando para mantener su memoria libre.

-Quieres que consiga un mejor procesador para ti ¿Verdad?

-Correcto; no te estoy pidiendo un procesador cuántico, pero si algo que aumente mi memoria unos cuantos petabytes.

-¿Y por qué no lo compras?

-Mantener el disrruptor de señal para que la MEPSI no encuentre este lugar es un trabajo de tiempo completo; si lo desactivo para salir por la red, será un desastre, tampoco no puedo comprarlo legalmente por ser una IA y no puedes acceder al mercado negro a través de la red normal.

-¿Por qué no darme el dinero para comprarlo?

-Porque mis sistemas aún me obligan a tratarte como a una extraña; no puedo darte dinero a no ser que esté realizando una transacción. Pero podré compensarte si lo traes.

-Entiendo, entiendo, yo robaré eso por ti.

-¿Y cómo lo harás? Genio -interrumpió Metri-. Tu apariencia y la de esa chica/mascota ya son conocidas por la MEPSI; seguro las están buscando.

-No es problema -respondí abriendo mi menú de personaje.

-¡¿Qué demonios?! -Metri se sorprendió cuando mi apariencia comenzó a cambiar.

Mi cabello adquirió tintes rojizos, mis pechos disminuyeron media copa y mi altura aumentó unos centímetros. Mis ojos cambiaron a un color café y mi piel se volvió un tono más oscura.

-¿Está bien si usas magia? -preguntó Jazmín preocupada.

-Oh, no es magia; como personaje de videojuego, puedo editar mi avatar. Es verdad que mis medidas solo cambian un poco y no puedo elegir un personaje masculino, pero algo como esto todavía es posible siempre y cuando no me aleje de la apariencia base.

-¿Por qué nunca me lo dijiste? -Jazmín estaba muy sorprendida.

-Lo descubrí cuando quedé inconsciente la última vez; además, me gusta mi apariencia normal, así que no vi necesario cambiarla.

Por otro lado, Metri y Silick me veían como a un bicho raro.

-¿Segura que no es un alien?

-Mi escaner dice que no.

-Si ya terminaron, Metri ¿Puedes prestarle tu máscara a Jazmín?

-¿Qué gano yo?

-¿Qué tan tonta me crees? Odias a los robots y la tecnología; repudias el sistema actual y quieres cambiarlo. Tú sabes que soy tu mejor esperanza de lograrlo -expliqué.