Emisaria De La Diosa Del Mal 2

Sirenas De Heaven City

Autor.

¡Emisaria ha vuelto!

El interrogatorio resultó bastante pesado. Programé a un androide con mi apariencia,  recuerdos y actitud, pero aún así tuve que estar allí.

Por suerte podía conectarme a él de forma inalambrica para atar cabos, es así que ahora me mantenía tranquila en mi edificio mientras hacía un pequeño trueque. La policía tendría difícil conseguir una orden de allanamiento y para la tarde, ya no tenía preocupaciones.

Ahora camino descalza por mi oficina, únicamente vistiendo una blusa larga y un par de bragas azules con encaje. Mi cabello desordenado y mi rostro perezoso dejan en claro que no espero a nadie, solo busco algunos bocadillos que dejé guardados por aquí, de modo que tras hurgar en los cajones más bajos de mi escritorio, termino con los brazos atiborrados de bolsas de frituras, mi inventario está lleno después de todo. Es entonces cuando de reojo miro a la ventana y algo llama mi atención.

Una chica bastante curvilínea está flotando afuera sin intentar siquiera atravesar el campo de fuerza, sus cabellos negros hondean en el aire al ritmo de sus alas, las cuales la mantienen frente a mí.

Sus ropajes negros al estilo gótico moderno le dan una apariencia seria que contrasta con su gran sonrisa.

En sus manos, descansan un par de cajas cuadradas y en su espalda, una mochila de campismo.

Su cola demoníaca traza figuras fluidas en el aire, dejando detrás una estela de fuego que deletrea un curioso mensaje.

«Traje pizza y drogas».

Simplemente no sé como reaccionar, es totalmente inesperado, de modo que suelto las frituras en mis manos y enarco la ceja.

—¿Qué mierda?

Lo siguiente que supe fue que la estaba recibiendo en la azotea del edificio.

—Hola, rubia —sonríe juguetona al aterrizar.

—¿Se puede saber cómo me encontraste?

—Amor, tu guarida no es exactamente discreta, no construyas un puto edificio con tu símbolo en medio de la ciudad si no quieres que lo encuentren.

Me aprieto el entrecejo.

—Quiero decir, ¿cómo sabías que estaba aquí y como supiste en el interrogatorio que esa Rika era falsa?

—¿Bromeas? Incluso Damage sospecha que dejaste un sustituto para ser arrestado en tu lugar; si un pelele así puede generar esa incertidumbre, yo por supuesto que estaba segura al cien por ciento.

Me di cuenta a los dos segundos de que algo estaba mal y ya que tu copia no me daba mucha información, decidí venir a hablar con la verdadera —.

—¿Y como sabias que estaba en mi oficina?

—Tengo cierta habilidad para percibir las ondas sonoras. No es como la visión energética de Phantom, pero no me quedo atrás.

Pensando en las sospechas de Damage y luego en la conclusión y habilidades de esta chica, me di cuenta de que las cosas no estaban tan calculadas como yo creí; improvisé un plan luego de destruir el puerto y esperaba que saliera bien, pero...

—Maldita sea, estoy siendo descuidada...

—Ocurrieron muchas cosas, es normal dejar pasar ciertos detalles —se encoge de hombros—. Pero eres tan fascinante como creí que serías, una chica rota, sola, fastidiada y aún así, posees la iniciativa suficiente para volver un caos todo a tu alrededor.