Capítulo 4 💛

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Lexi:

No sé en que momento aceptar unirme a esta aventura de Chuck, pero aquí estoy en su piso evitando a mi familia a toda costa.

—Sobrevivieron la semana Ivy y espero que hayan entrado al colegio de su elección. Ahora, vamos a arruinar esos esfuerzos —habla Chuck—. Quiero recordarles las reglas. Desde este momento no habrá mundo exterior que yo no les muestre. Yo les daré comida, practicaran lo que yo predique. Hasta que yo las únicas chicas que existen son las que yo pagué.

—Conmovedor —susurro luego de masticar una uva.

—Y al regla más importante —dice con seriedad, trago saliva cuando me mira con intensidad—. No se acerquen más de la cuenta a la chica junto a mi, o se arrepentirán —pasa su brazo por mis hombros—. Inicia el Fin de Semana Perdido.

Los presentes aplauden y celebran ante eso, sin duda Chuck tiene un magister en fiestas. Los tres nos sentamos en la barra para beber algo y charlar.

—Santa mierda... —susurro mirando la puerta abrirse.

—¿Quién invitó al sasquatch?

—¿Ese es Carter Baizen? —Nate frunce el ceño—. No lo había visto desde que se graduó y nosotros estábamos en octavo grado. Se ve cansado.

—¿Estás drogado? —rebate Chuck—. Se ve como Matthew McConaughey entre películas. Es un perdedor —enfatiza—. Cualquiera que cambie su fideicomiso por una mochila desafía todo lo que es santo para Chuck Bass.

—Esta más caliente que la última vez que lo vi —bebo un sorbo de mi trago—. Si es que eso puede ser posible.

—Ahora parece que tú estuvieras drogada —mi mejor amigo rueda los ojos.

—¿A qué te refieres con la última vez que lo viste? —cuestiona Nate con el ceño fruncido, me encojo de hombros—. Lexi...

—Alexia Van der Woodsen —su voz varonil, maldita sea—. Reconocería esa silueta entre miles de personas —se acerca para darme un abrazo—. Un gusto verte.

—No has cambiado nada —le sonrío—. ¿Quieres que sea honesta? —pregunto, asiente confundido—. Tu suéter es horrible.

Suelta una risa, había olvidado el sonido de su risa. Nate y Chuck nos miran con el ceño fruncido, ambos están de brazos cruzados analizando la situación.

—Sabía que dirías algo así —me sonríe—. ¿Quieres ponerme al corriente de tu vida?

—Apuesto a que no es tan interesante como la tuya.

—Charlemos y lo averiguamos, princesa —señala luego de guiñarme el ojo—. Iré al sofá.

—¿Desde cuando ocurre esto? —cuestiona Chuck—. Porque lo odio.

—Yo también —agrega Nate—. Es algo mayor para ti, ¿no?

—No actúes como mi padre, Archibald —lo regaño—. Puedo cuidarme yo sola.

—Me preocupo por ti eso es todo.

—Mejor cuida a tu novia y deja de estar al pendiente de mi.

✿ ✿ ✿

Pase la noche anterior charlando con Carter solo para molestar a los chicos, ya que no tiene nada interesante que contar. Además solo nos acostamos dos veces, las cuales fueron un error, pero al menos lo pase bien.

Chuck me comenta que irán a jugar basquetbol y en la noche irán a un club. Decido quedarme aquí a descansar un poco, pues solo dormí cuatro horas.

Luego de unas horas abro la puerta de la suite encontrándome con Rafe en la entrada, tiene una caja de galletas cubiertas con chocolate en la mano.

ꜱᴀꜰᴇᴛʏ ɴᴇᴛ | ɴᴀᴛᴇ ᴀʀᴄʜɪʙᴀʟᴅ ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora