ꜱᴀꜰᴇᴛʏ ɴᴇᴛ | ɴᴀᴛᴇ ᴀʀᴄʜɪʙᴀʟᴅ ✓

Capítulo 8 💛

Lexi:

Me remuevo en la cama en busca de Nate, anoche solo dormimos juntos sin que pasara nada más. Siento como alguien me abraza y deja un beso en mi frente. Por el olor del perfume sé que no es Nate, abro los ojos de golpe encontrándome con Chuck a mi lado.

—Buenos días, bonita —hay una sonrisa resplandeciente en su rostro—. ¿A quién esperabas? Te ves algo decepcionada.

Mentiría si dijera que no me dolió el que Nate se haya marchado sin despedirse, pero disimulo mi tristeza y decepción con una sonrisa.

—Yo... no... siempre me alegro de verte, lo sabes.

—No me digas que estabas teniendo un sueño sexual con Nate —hace una mueca de asco—. O peor, con Carter Baizen.

—No soñaba con nadie, solo me sorprendiste —frunzo el ceño—. ¿Por qué estás tan feliz? ¿Qué pasó cuando me fui de Victor Vitrola?

—Necesito contarte porque eres mi mejor amiga y prácticamente sabes todo de mi —habla con rapidez—. Pero no le puedes decir a nadie.

—Mi lealtad hacia ti es real —le recuerdo—. Sé como guardar secretos.

—Bueno, esto es una bomba atómica —enfatiza—. Se supone que nadie debe saberlo...

—Chuck, deja de darle vueltas al asunto y cuéntame —lo interrumpo—. No es como si hubieras matado a alguien, ¿o si?

—Creo que matar a alguien sería mejor que lo que paso.

—Ay, no —suspiro—. Ya dime de una maldita vez.

—Lo que te voy a contar paso anoche cuando te fuiste —empieza a hablar, le hago un gesto para que continúe—. Blair y yo tuvimos sexo en la parte de atrás de limosina.

—¿Qué? —exclamo sorprendida—. ¿Escuche bien?

—Tuve sexo con Blair Waldorf anoche —repite.

—¿Qué?

—Vamos, Lexi, sabes a lo que me refiero —dice como si yo fuera idiota—. Cuando dos personas se atraen físicamente, pasan a besarse desesperadamente y luego...

—No tienes que explicarme lo que es tener sexo, sé lo que es por experiencia —lo interrumpo—. Solo estaba en shock.

—¿Qué se supone que haga ahora?

—Eres Chuck Bass, solo tú puedes saber que hacer con tu vida —me encojo de hombros—. No creo que ella quiera hablar del tema, pero si tu quieres...

—No —me interrumpe—. Ella solo lo hizo porque había terminado con Nate.

—Mañana es su cumpleaños —le recuerdo—. Dulces diecisiete.

—La vi saliendo de la iglesia —comenta, alzo una ceja—. La moleste un poco y me des-invito a su fiesta, aunque eso no me detendrá.

—Deja de jugar, Chuck —le digo con seriedad—. Tal vez no seamos amigas, pero no me gustaría que cayera en un juego perverso en el cual termina con el corazón roto.

—Hablas de mi como si fuera el diablo reencarnado —suelta un bufido, lo miro mal—. Blair Waldorf nunca se enamoraría de mi, deja de preocuparte por si le rompo el corazón.

—Solo te advierto, sé por experiencia lo que es tener un corazón roto.

—Vístete —se acerca a mi armario para buscarme ropa—. Me acompañaras a comprarle un regalo a Blair, y de paso te compro algo a ti.

—Soy tu amiga por ti, no por tus regalos —le recuerdo—. No quiero nada, ¿qué le comprarás a ella?

—Ya verás.