ꜱᴀꜰᴇᴛʏ ɴᴇᴛ | ɴᴀᴛᴇ ᴀʀᴄʜɪʙᴀʟᴅ ✓

Capítulo 7 💛

Lexi:

Buenos días, neoyorkinos, ¿o no es así? Oímos que cierta futura realeza tuvo más que un duro despertar esta semana.

Estoy en el loft de Dan escuchando como le miente descaradamente a Rufus y a mi madre por videollamada, pues no fue a su gira del libro.

—Tengo que irme —les dice luego de un rato—. Tengo que reunirme con Alessandra, adiós —finaliza la llamada—. No me mires de ese modo.

—Le estás mintiendo a tu padre... a todos.

—Oculto información por una buena razón —me corrige, alzo una ceja—. Además, no le he metidos a todos, a ti no.

—Finalmente me vas a decir que sigues haciendo aquí en Brooklyn.

—Una cosa es sentir que mi libro no fue apreciado en el lado este de Manhattan, yo esperaba eso —niega con la cabeza—. Pero los lectores en la gira empezaban a ser menos y menos. En Hartford había personas para protegerse de la lluvia. Mi libro es un fracaso, Alexia. Soy un fracaso.

—Esta bien, frena ahí —lo señalo—. No eres un fracaso. Tener aunque sea un espectador ya es válido y valioso.

—¿Qué tratas de decir?

—Se necesita una persona que siente que realmente te comunicaste con ellos para iniciar una gran oleada —lo miro con seriedad—. Y no puedes conectar con esa personas si no te presentas.

—Siendo honesto, no me hace sentir mejor.

—Mira, si no quieres seguir con la gira, lo respeto —asiento con la cabeza—. Pero no le sigas mintiendo a tu padre, se va a enterar de todos modos y se preocupara.

—Por eso no le diré.

—Dan, tienes un buen padre que se preocupa y te aconseja, aprovéchalo —incentivo—. Yo no tuve un padre así tuve y Dios sabe que lo necesité.

Recibo un mensaje de Nate diciendo que me extraña ya que no nos vimos esta mañana, me excuso con Dan y voy hasta la habitación para poder llamarlo.

—Hola, extraña —saluda Nate al responder—. No te despediste esta mañana.

—Tenía una sesión de fotos con Dior temprano y no quise despertarte.

Eso es verdad, vine al loft de Dan luego de aquella sesión y vine porque me sorprendió su mensaje ya que creí que estaba en su gira por el libro.

—Ya estaba pensando que tenías una doble vida con algún actor o modelo —bromea mi novio—. De esos millonarios y guapos que ves todos los días.

—¿Para qué quiero a otro chico si te tengo a ti para mi sola? —rebato con una sonrisa—. Me haces feliz y con eso es suficiente.

—Te extraño —juraría que esta haciendo una especie de puchero—. ¿A qué horas llegas a casa hoy?

—Dudo que temprano porque Chuck quiere que lo ayude con algo —recuerdo confundida—. Me va a tener retenida hasta las diez.

—¿No te dijo la razón?

—No, ¿acaso tu sabes algo?

—No, nada, no—niega de inmediato, esta mintiendo—. Mira, me están llamando, debo irme. Te veo en casa, te amo.

—Ya te dije que eres el peor mentiroso de la historia, Archibald —niego riendo, comienza a balbucear cosas incoherentes en su nerviosismos.—. Hasta pronto, te amo.

Finalizo la llamada para volver al salón e intentar animar a Dan con este asunto de su libro ya que debe sentirse frustrado y no quiere avisarle a nadie más.