ꜱᴀꜰᴇᴛʏ ɴᴇᴛ | ɴᴀᴛᴇ ᴀʀᴄʜɪʙᴀʟᴅ ✓

Capítulo 12 💛

Lexi:

Invierno en Nueva York. Lista para sobrevivir al frío: Estola de cachemira para patinae sobre hielo. Chocolate Jacques Torres para mirar escaparates. Y la pareja perfecta para ir al Baile de la Nieve.

Con Blair estamos sentadas en el patio de la escuela, mientras yo termino de transcribir una tarea para mi siguiente ella no para de hablar sobre el baile de invierno.

—No sé si ir al baile, Carter no podrá ir porque tiene un asunto con su padre.

—Lexi, es el acontecimiento navideño. Estará la crème de la crème. Las fotos llenarán las revistas, necesito compañía.

—¿Todos ellos te lo pidieron? —cuestiono señalando las hojas.

—Claro —responde—. ¿Angelina Jolie considets proyectos sin ofertas? Soy una profesional.

—¿Quieres que te ayude a escoger al ideal?

—La pregunta ofende, Lexi.

—Solo por curiosidad —dice Chuck llegando—. ¿Quién sera el "Tipo sin futuro"?

Niego con la cabeza, pues ya van a empezar con sus jueguitos y no quiero estar mucho rato presente. Con Chuck ya arreglamos las cosas, deje atrás el tema de las carpetas, pues fue idea de Bart no de él.

No tiene la culpa de que su padre sea un maldito desconfiado y controlador.

—¿Crees que no planeo el futuro?

—Es una corazonada —responde él.

—Keith Nelson.

—¿Bromeas? ¿Lo has visto sin chicle? Te volverá loca.

—Andy Clark.

—Te superó en el examen oral.

—Me gustan inteligentes —alega la castaña—. Puede decirme naderías melifluas.

—Crees que te gustan. Te explicaría la palabra "melifluo" y le cortarías la lengua.

—Tiene razón —digo cuando me mira.

—De acuerdo.

En eso un chico peliengro aparece en mi campo de visión, esta charlando con un compañero y se ríe relajadamente. Tomo mis cosas dispuesta a ir donde él.

—Ahí esta Rafe, los veo luego.

—No me dejes sola con él —pide Blair.

—No es un monstruo —le recuerdo—. Suerte en tu búsqueda.

En eso mi celular suena y reviso que ocurre, es una publicación de ese blog. Parece que Nate y Vanessa están saliendo, o al menos así se ve en la foto. No debería sentir celos ni tristeza, pero no controlo mis emociones cuando se trata de él.

—Necesito tu ayuda, Rafe —digo llegando a su lado—. Ahora.

—Tengo que atender a mi dama, discúlpenme.

Pasa su brazo por mis hombros y comenzamos a caminar lejos de sus amigos, quienes nos miran algo extrañados. El perfume de Rafe inunda mis fosas nasales y sonrío, tiene buen gusto.

—¿En qué te puedo ayudar, Lex?

—¿Tienes cita para el dichoso baile? —cuestiono son una sonrisita—. Nate me pidió ir juntos, pero lo rechacé de inmediato.

—Eres increíble, te pide para ir juntos y no quieres —señala el pelinegro—. No te comprendo.

—No quiero salir herida, y no quiero herir a nadie.