Lexi:
Cada otoño, los confiados preparatorianos se co vierten en nerviosos novatos universitarios. Dejan las casa de sus padres por los sagrados pasillo de la educación superior. Y como toda nueva aventura, la universidad lleva la promesa de oportunidades ilimitadas. La oportunidad de conquistar un nuevo territorio. O trata de ser menos solitario. Pero el que se estén presentando las oportunidades no significa que todos estén listos para tomarlas.
Ha pasado una semana de mi regreso, Serena no se quiere rendir con papá y lo respeto, pero ya no la apoyo en sus locuras, me da igual si William está pendiente de mi o no. Ya aprendí que no puedo andar mendigando su amor.
Rafe eleva una lencería azul oscura, suelto carcajadas cuando finge tener pechos y se la prueba encima de su camisa. El pelinegro me esta ayudando a empacar mis cosas ya que me mudo con Chuck, pero en vez ayudar a empacar está haciendo un modelando todo lo que tengo.
En cuanto a Columbia, decidí retrasar la admisión ya que estoy enfocada en mi empresa de cosméticos y mi carrera de modelo. Para mi sorpresa Lily no se molestó, al contrario, volvió a decir lo orgullosa que estaba de mi. Sé que está intentando enmendar sus errores pasados y yo estoy dispuesta a darle una oportunidad.
—Nunca te vi este bikini amarillo —alza la prenda—. Es hermoso.
—Sentía que parecía un maldito limón —hago una leve mueca—. Como tengo el cabello rubio.
—Yo creo es lindo, se te vería bien —asiente pensativo—. Aunque a ti todo se te ve bien.
—Gracias por los cumplidos —le sonrío—. Sabes como subirle el autoestima a las personas.
—Debería ser una carrera, de ser así ya tendría un magister.
Tomo una de mis camisetas y se la lanzo en plena cara, ambos soltamos carcajadas y seguimos con nuestra tarea de llenar las maletas con ropa. Esto de irme a vivir con Chuck me tiene más feliz de lo normal, siempre planeamos vivir juntos cuando terminará la escuela. Mi celular vibra en un mensaje.
Mamá: Suerte en la mudanza, sabes que tu habitación quedará igual por si decides volver. Besos.
Le doy las gracias y aprovecho que tengo el celular en mano para desearle buena a suerte a Blair, quien se quedará en los dormitorios de la facultad para intentar ser la reina de ese lugar.
—Hola —Rufus toca la puerta antes de ingresa—. El auto está abajo. ¿Lista?
—Como siempre —señalo las maletas—. Aunque deje algunas cosas aquí para cuando venga de visita.
—Yo llevaré algunas mientras —Rafe se acerca a la puerta—. Un gusto, señor Humphrey.
Rufus le sonríe en respuesta y mi amigo desaparece con las maletas dejándonos solos. Miro a Rufus y solo puedo ver a mi nuevo padrastro, aunque parte de mi espera que él sea el último.
—Te mudas, es un gran día —señala—. Estoy feliz de que hayas hablado con tu madre sobre retrasar la entrada a Columbia.
—Yo también, lo que tengo ahora es lo que me hace feliz —sonrío genuinamente—. Y ella fue tan comprensiva, me gusta eso.
—Tu mamá está muy orgullosa de ti —enfatiza, asiento de acuerdo—. Yo también.
Su gesto me sorprende, al principio me quedo quieta pero luego le correspondo el abrazo. Rufus ha sido un excelente padre con sus hijos, no es perfecto, pero nadie lo era. Los chicos tienen suerte de tenerlo, mis ojos se cristalizan levemente, pues se siente como un abrazo paterno, un tipo de abrazo que no recibo hace años.
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ꜱᴀꜰᴇᴛʏ ɴᴇᴛ | ɴᴀᴛᴇ ᴀʀᴄʜɪʙᴀʟᴅ ✓
FanfictionAlexia Van der Woodsen vuelve a Nueva York después de dos años en Italia y debe enfrentar de una vez por todas los sentimientos que tiene hacia Nate Archibald. Puede que al final, el deseo de ambos se haga realidad y su historia deje de ser un amor...