Capítulo 8 💛

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Lexi:

En Manhattan algunas fiestas solo son VIP. Otras son estrictamente privadas. Pero algunas fiestas son políticas y a esas solo asisten lo más establecido del sistema. Y cuando esos límites están marcados, nadie puede cruzarlos.

Estoy en la nueva suite, con Chuck nos terminamos de mudar ayer, diría que fue cansador pero tenemos gente que carga nuestras cosas, nosotros solo tenemos que desempacar luego. Ahora mi mejor amigo le está dando un tour por el lugar a Nate mientras yo estoy en el sofá con la computadora en mis piernas respondiendo correos. 

—Bienvenido a nuestra suite, Archibald —dice Chuck por ambos—. Patentamos el sistema de medio. Juegos interactivos en 3D. Acceso instantáneo a la biblioteca más grande del mundo. Comida del hotel, servicios de spa, solo toca un botón.

—Él no miente —menciono distraída—. Este lugar es perfecto.

—Nosotros vivimos aquí, tenía que ser perfecto —dice Chuck, señala la pantalla—. La parte favorita de Blair imágenes de vigilancia e  tiempo real. Es traviesa.

—Sí, esto es mejor que los dormitorios en Columbia.

—Así son los pent-houses, Nathaniel —mi mejor amigo ríe, sus ojos se encuentran con los míos buscando mi aprobación y asiento—. Puedes quedarte cuando quieras.

—Archibald —lo llamo em un susurro y se acerca—. Hay un problema con eso de quedarte cuando quieras. 

—¿Qué? Creí que Chuck lo había consultado contigo... no me quedaré ninguna noche si eso te molesta.

—El problema es que hay dos habitaciones —lamo mis labios, su vista viaja a ellos—. Tendrás que dormir conmigo, a no ser que prefieras compartir cama con Chuck.

—¿Ya pasamos a la parte dónde dormimos juntos? —cuestiona coqueto—. Ni siquiera hemos tenido una cita ya que no quieres aceptarme una.

—Pondremos almohadas en medio de la cama —bromeo—. Y en cuanto a la cita, sigue intentando, te diré que sí cuando menos lo pienses.

En ese instante ingresan Tripp y Maureen, hoy son las elecciones por lo que Chuck ofreció nuestra casa como centro de reunión y el salón de baile del hotel para la fiesta de victoria. Apago la computadora para ir a dejarla a mi cuarto sintiendo la mirada de Nate detrás de mi. No recibo saludos de los Vanderbilt y tampoco me preocupa, sé que me odian por arruinar su plan contra los Buckley, pero no debieron meterse conmigo.

✿  ✿  ✿

Me aburro como una maldita ostra en eventos de este tipo, y no me pasan desapercibidas las miradas de disgusto del abuelo de Nate, pero se jode porque esta en mi casa. Habría salido a dar una vuelta o haberme escondido en el estudio pero Nate me pidió si podía ser su acompañante.

—Están viendo Nueva York 1, noticias todo el día —escuchamos la televisión—. Esta mañana, el candidato al congreso, Tripp Vanderbilt rescató a un hombre que se estaba ahogando en el río Hudson.

Las noticias muestran el relato del sujeto al cual salvó Tripp, la forma en la que habla del primo del Nate como si fuera un superhéroe y la sonrisa en los labios del abuelo de los chicos me da a entender que no fue un accidente. La gente puede ser ingenua, pero yo no.

—10 horas para que cierre la elección —dice William luego de mirar su reloj—. Quiero energía. ¿Cómo van los medios?

—Conseguí cobertura de las estaciones locales.

—Llama Couric. Ella me debe un favor —recuerda el abuelo—. Tal vez pueda meter a Tripp en su noticiero.

—¿Piensas lo mismo que yo? —me pregunta Nate en susurros.

ꜱᴀꜰᴇᴛʏ ɴᴇᴛ | ɴᴀᴛᴇ ᴀʀᴄʜɪʙᴀʟᴅ ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora