Capítulo 11 💛

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Lexi:

Han sidos unas semanas cargadas de emociones. Desafortunadamente Blair perdió a su bebé, Chuck casi muere y yo me desmayé por falta de líquidos. Aunque no creo que sea coincidencia que me haya desmayado al mismo tiempo que mi mejor amigo estaba muriendo, siempre he sabido que estamos conectados de alguna forma.

Desde el accidente es como si tuviera tres vidas. Una que se centra en Nate y en el trabajo, otra que se enfoca en Chuck para asegurarse de que siga bien emocionalmente y la tercera es más complicada de todo eso.

Blair tiene un gran secreto, que solo lo sabe: Dan, Dios y yo. Debo decir que me esta matando saberlo pero prometí no decir nada y debo cumplirlo aunque eso signifique sacrificar la felicidad de mis dos mejores amigos.

He intentado convencer a mi mejor amiga que no puede basar el resto de su vida en esa promesa porque creo que Dios no es castigador, pero no me escucha del todo. Así que en vez de estar en su contra, he decidido ayudarla a descifrar eso a espaldas de mi prometido y mejor amigo.

Debería estar ayudando a mi novio a planear su fiesta de año nuevo en el Spectator, pero tengo otras cosas de las cuales ocuparme. Estoy en la prueba de vestido de Blair, simplemente haciéndonos compañía sin hablar.

—Sé que algo te molesta —ella rompe el silencio—. Puedo ver tu ceño fruncido y tu mente dando vueltas.

—Nadie tiene idea de todo esto y de lo que pasó —le recuerdo—. Estamos mintiéndoles a los que amamos.

—Lexi, tiene que ser de este modo, lo sabes.

—Creo que Louis está sospechando —paso la mano por mi rostro—. Nate y Chuck también.

—No esta pasando nada así que no tienen nada de que sospechar —Blair me da una sonrisa—. Todo estará bien.

—No, Blair, nada estará bien y lo sabes —suelto un suspiro—. Esto nos va a explotar en la cara, a los tres.

—No soportaría perder a Chuck —susurra con seriedad—. Y sé que tú tampoco, así que seguiremos manteniendo este secreto y él seguirá vivo.

Suelto un suspiro cansado mientras me siento en el sofá para esperar que se cambie de ropa. Al menos me dejó acompañarla porque estos días no comparte nada ni con Serena ni con Dorota.

—Blair, te ves hermosa —le digo cuando sale del probador—. ¿Sientes que es el vestido indicado?

Voltea a verme y reconozco la duda en su mirada, no la culpo ya que este vestido fue diseñado antes de todo ese drama del accidente.

—Aquí están —escuchamos la voz de Dan acercándose—. ¿Saben a cuántas novias tuve que ver para encontrarlas? Y sí, si es posible perder mucho peso antes de la boda.

—No ayudas, Humphrey —lo regaño.

—Te ves perfecta, Blair —le asegura con cierto brillo en los ojos.

—No puedo casarme con este vestido —sus ojos se cristalizan.

—Lo sé, cariño —acaricio sus hombros—. Veremos más opciones y encontraremos el indicado.

—Te ayudo a quitártelo —ofrece Dan.

—Es hermoso, pero... Vera lo diseñó para mí antes del accidente —solloza—. Y ahora... solo veo todo lo que perdí.

—En serio, ¿por qué hacen estas cosas tan chicas y complicadas? —se queja Dan tratando de bajar el cierre.

—Son aprueba de tontos —intento bromear, lo empujo levemente—. Déjame hacerlo.

ꜱᴀꜰᴇᴛʏ ɴᴇᴛ | ɴᴀᴛᴇ ᴀʀᴄʜɪʙᴀʟᴅ ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora