ꜱᴀꜰᴇᴛʏ ɴᴇᴛ | ɴᴀᴛᴇ ᴀʀᴄʜɪʙᴀʟᴅ ✓

Capítulo 3 💛

Lexi:

Ha pasado una semana de la fiesta, semana en la cual casi no he hablado con Nate, pues según él tiene unos asuntos familiares que atender. Sé por parte de Chuck que rechazó el dinero que este le ofreció, y al parecer se enfado. 

Me preocupa su estado de ánimo y de donde esta sacando el dinero, pues el otro día pase por su casa y estaba todo como antes.

En los últimos días de verano, unos consejos contra el calor.
Uno: Beber mucho líquido.
Dos: No exponerse al sol.
Tres: Limitar toda actividad física. Dentro de un límite.

Si el calor sigue siendo excesivo, siempre está la ducha fría.

Boletín: S y Chico Solitario besándose como su lo hubieran perdonado todo. ¿Sera distinto el segundo asalto?

Abro los ojos con sorpresa al ver una foto de mi hermana y Dan besándose, se supone que habían terminado. Estoy sentada en el sofá con las piernas sobre en regazo de Chuck.

—Volvieron —murmuro—. Eso es genial... creo.

—¿No sabías? —me pregunta el pelinegro—. Quiero decir, yo tampoco, pero ustedes son hermanas.

—Con Serena dejamos de ser inseparables hace años, solo nos contamos algunas cosas.

—¿Estás bien con eso?

—Te tengo a ti, eres como mi hermano —revuelvo su cabello—. No necesito a nadie más.

—Lo sé, soy todo lo que deseas —alardea, suelto una carcajada.

En eso se escucha el ruido del ascensor abriéndose, Chuck le da una calada a su cigarro. Vemos a Nate entrar a la sala, mi mejor amigo me contó que rechazó su ayuda con el dinero.

—Hola, Archibald —saludo algo cortante—. Tanto tiempo.

—Lexi —me sonríe a modo de saludo.

—¿Fumas? —le pregunta al castaño.

—No, es un poco temprano.

—¿En que puedo ayudarte, Nathaniel? —cuestiona Chuck—. ¿O solo vienes a ver a mi adorable rubia después de ignorarla por días?

—No es tu propiedad —rueda los ojos.

—Ella lo sabe, le hablo así de cariño —enfatiza.

—Rara forma de demostrarle tu cariño, quiero decir, siempre hablas de Lexi así.

Cuando eramos niños los dos siempre discutían por mi atención, nunca pasaba a mayores, pero ahora es como si tuvieran una batalla de miradas.

—¿Qué te trae por aquí Nate? —cambio el tema logrando alivianar el ambiente.

—Lo de la semana pasada, el dinero. Creo que me pasé un poco.

—¿Un poco? —repite el pelinegro.

—Y si puedes, me encantaría aceptar tu oferta, como préstamo.

—¿No ibas a conseguir el dinero? —cuestiono distraída.

—Si, bueno, esa persona me pide demasiado.

—Me encantaría hacerte el favor, pero cuando rechazaste la oferta se lo di a mi contador —revela Chuck—. Está en bonos durante seis meses.

—No pasa nada, encontraré otro modo.

—¿Has visto a Blair y a Lord Fauntleroy? —pregunta mi mejor amigo.