Capítulo 16 💛

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Lexi:

Dicen que la ropa hace al hombre, ¿pero quién hace la ropa? En el lado Este de Manhattan, es Eleonor Waldorf. Y oímos que su nueva línea está para morirse.

Hoy es la exposición de la nueva línea de ropa de Eleonor, hace unos días me pidió ser modelo en la pasarela y claramente acepté de inmediato. Me encanta la ropa que diseña, y si puedo ayudar a los que quiero lo hago. Ahora estoy entrando al piso de los Van der Woodsen con Nate tomado de la mano. 

—Estos si son desayunos —molesto a mi novio, se ofende—. Te amo, incluyendo tus horribles desayunos.

—No son tan malos —se excusa—. Ya no se me queman las cosas.

—¡Alexia! Tanto tiempo —Rufus se acerca a abrazarme—. Estaba olvidando tu rostro.

—No lo creo, me han dicho que soy inolvidable —bromeo—. Me alegra que hayan arreglado las cosas con mamá.

Asiente sonriente y luego saluda a mi novio. Con mamá no he hablado mucho, pero ya la perdoné por esconder la carta, insiste en tener sus razones y que me las dirá más adelante. Pasan unos minutos hasta que aparecen Dan y Vanessa, quienes ahora son pareja pero creen que nadie lo sabe.

—Son los otros enamorados —menciona Rufus. 

—Hola a los dos —sonrío levemente, miro a mi hermanastro—. ¿En serio creías que no me iba a enterar?

—Nate te lo dijo, ¿no? —me pregunta Dan.

—Ella puede leerme la mente —se excusa Nate.

—Ya me conoces, Dan —ladeo la cabeza—. Siempre sé todo. Me alegro por ustedes.

—Hablando por todos los demás, creo que es excelente —aclara Rufus—. Ahora vamos a comer.

Lo seguimos hasta la cocina, quedo junto a Vanessa y miro toda la comida en la encimera, no puedo comer demasiado. Días antes de una pasarela debo medir mis raciones y tipo de alimentos, al principio eso no le agradaba a Nate diciendo que podía enfermarme o algo por el estilo, pero no hago dieta sin una nutricionista por lo que estoy bien.

—Vanessa, sé que no hablamos mucho, pero de verdad estoy feliz por ustedes. Dan es mi amigo, y si el es feliz y yo soy feliz.

Tomo mi plato para sacar porciones de fruta, los waffles se ven deliciosos pero no caeré en la tentación.

—Gracias —me sonríe—. Ha sido fantástico. Ha sido fácil estar con Dan, ¿sabes? Lo conozco de la toda vida, como tú a Nate.

—Sí, definitivamente eso tiene sus ventajas. Cuando conoces a alguien tanto tiempo te sientes más cómoda.

—Hey, toma... —Nate extiende una frambuesa en mi dirección—. ¿Solo comerás fruta?

—Sabes como funciona —le recuerdo—. Estoy bien. Amo la fruta.

—Si tú lo dices —deja un beso en mi mejilla, gira para ver a la pareja—. Como ya salieron del escondite, ¿cuáles son sus planes hoy?

—Deberían ir a la exposición de moda de Eleonor. Yo estaré en la pasarela.

—No, gracias. Me habría encantado ir a verte —asegura Dan—. Pero vamos a hacer una cena en el piso. Vanessa va a cocinar unos...

—Cena privada —interviene Rufus—. Suena romántico.

—No, no. No es eso —niega Dan—. Solo vamos a ver unas películas y a cocinar unos fideos. Se ha vuelto nuestra tradición sabatina.

La cara de Vanessa refleja un poco de incomodidad. Me arreglo para sonreírle mientras Dan va a la mesa con su padre, les seguimos los pasos y nos disponemos a desayunar.

ꜱᴀꜰᴇᴛʏ ɴᴇᴛ | ɴᴀᴛᴇ ᴀʀᴄʜɪʙᴀʟᴅ ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora