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Lang QianQiu se encontraba con Xie Lian cuando Qi Rong llegó a su lado.

—Primo, necesito... —el Supremo se calló abruptamente al ver al dios y rápidamente apartó la mirada.

No se habían vuelto a ver después del cumpleaños de Gu Zi, y a decir verdad no habían hablado demasiado desde aquella abrupta declaración de amor; solamente habían seguido con sus vidas como si nada... a excepción de algunas veces en que se besaban, se acostaban en la misma cama y el fantasma empotraba la cara en medio de esos fabulosos pectorales que el dios poseía. Lo siguiente que sabía después de eso era que Lang QianQiu se le acostaba encima y comenzaban a follar como si eso fuera lo más natural del mundo.

Que sí lo era, pero...

—Xiao Jing —llamó Xie Lian, cortando los pensamientos de Qi Rong—. ¿Ocurre algo?

Gu Zi le había dicho algunas cosas, pero Qi Rong no lo había creído del todo así que decidió preguntarle a Xie Lian.

—¿Es cierto que Jun Wu pertenecía a la anterior corte celestial?

Ambos dioses se miraron con desconcierto, y Xie Lian preguntó con cautela:

—¿Por qué quieres saber eso?

—Es posible que él sepa dónde está algo que Gu Zi necesita —respondió Qi Rong—. Necesito hablar con alguien de la antigua corte celestial y él es el único que queda.

—¿Qué es?

Qi Rong le contó la situación a Xie Lian. Su primo se llevó una mano al mentón con gesto pensativo y, después de un tiempo, dijo:

—Jun Wu ascendió como el príncipe heredero de WuYong. La probabilidad de que sea él quien haya recibido el arma Diyu es alta.

—Necesito hablar con él —dijo Qi Rong—. Es urgente porque alguien más lo está buscando.

—¿Quién? —preguntó Xie Lian, confundido.

—¿Recuerdas al tío Zhang? —preguntó Qi Rong a su vez.

Xie Lian no supo si reír o llorar. Zhang Fei era un pariente lejano de su padre, y había sido ejecutado dos años antes de la caída de Xian Le, acusado de molestar a los niños del palacio. Era imperativo que lo apresaran para que no hiciera daño a nadie.

—Avisaré a mi maestro de que irás al monte TongLu —dijo el emperador celestial—. Él te recibirá.

—Iré contigo —dijo Lang QianQiu de repente.

—¿Qué? —soltaron Xie Lian y Qi Rong al mismo tiempo.

Ambos lo miraron estupefactos, y Lang QianQiu se encogió de hombros diciendo:

—Alguien tiene que atrapar a Zhang Fei. Lo tomaré como misión.

Xie Lian pareció conforme con la explicación, y Qi Rong salió del cielo acompañado por Lang QianQiu, que preguntó:

—¿Qué pasará con Gu Zi?

—Es un adulto, puede valerse por sí mismo —dijo Qi Rong—. Además, Murong Chuyi decidió quedarse con él para vigilar el estado de Xie Bian. Nadie en su sano juicio se metería con Murong Chuyi. Estará a salvo.

Así, ambos se dirigieron al monte TongLu para buscar algunas respuestas.

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Se van de luna de miel sin haberse casado antes, ya los vi, pillos JAJAJAJAJAJAJAJAJA

Criando un fénixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora