53

112 22 7
                                    

Dada la situación actual, se hizo patente que se necesitaban más refuerzos. Lang QianQiu y Qi Rong no podían estar todo el tiempo con Gu Zi, ya que debían atender sus plegarias y ambos habían decidido hacer una tregua para proteger a QingDeng a raíz de la amenaza de Su SiChuan. Luo BingHe y Wei WuXIan seguían ayudando a Su Ziming para que pudiera establecer un doble cultivo sin perder la vida en el camino, Shen QingQiu y Lan WangJi habían empezado a entrenar a Su Jinwei para que se estableciera en el cultivo recto.

Y para variar, Mo Xi y Gu Mang seguían en la construcción de la secta.

—No puedo creer que vaya a decir esto —dijo Qi Rong—. ¿Pero Xie Bian y Fan Wushe no pueden quedarse con Gu Zi? Mo Ran y Chu WanNing están ayudando a la protección de la ciudad, no pueden estar con Gu Zi todo el tiempo.

—¿Te acuerdas que Lu Qingyu sigue por ahí? —le replicó Mo Xi con acritud—. Xie Bian y Fan Wushe lo han estado persiguiendo desde que lo carbonizaste. Pero puedo llamar a alguien.

—Pues hazlo. Digo, si no le molesta, juez Mo.

Mo Xi hizo caso omiso del sarcasmo implícito de las palabras de Qi Rong y se fue. Dos días después, de hecho, llegaron otras dos personas: un hombre de blanco acompañado por una mujer de negro. Cuando Qi Rong vio al hombre, creyó estar viendo doble, porque el susodicho parecía ser un doble de Chu WanNing, el mismo Chu WanNing se sorprendió al verlo; pero su atención se dirigió a la mujer que lo acompañaba.

—Señorita Ye —dijo a manera de saludo.

—Chu-zongzhi —dijo Ye WangXi inclinando la cabeza, con una suave voz femenina que asombró a su interlocutor.

—Su voz...

—El hechizo fue roto y mi voz pudo recuperarse gracias a él —Ye WangXi señaló a su compañero, pero la voz de Gu Mang se escuchó antes de que pudiera decir nada.

—¡Primo!

Ambos hombres se dieron un abrazo, y el dios se separó haciendo la presentación correspondiente:

—Él es Murong Chuyi, antiguo maestro refinador de Chonghua y actual juez del inframundo.

—¿Ustedes dos son familia? —preguntó Qi Rong, señalando a Murong Chuyi y a Chu WanNing—. Parecen hermanos gemelos.

Ninguno respondió a la calamidad. En su lugar, Murong Chuyi le preguntó a Chu WanNing:

—¿Tienes algo que ver con la familia Chu de Lin-An?

—Es... una larga historia —dijo Chu WanNing. A pesar del tiempo transcurrido, esa parte seguía siendo dolorosa para él—. ¿Podemos hablar después de eso?

Murong Chuyi no presionó más al respecto y miró a Gu Mang, diciendo:

—Mo Xi dijo que había algo importante aquí. ¿Qué es?

—Es su hijo —dijo Gu Mang señalando a Qi Rong—. Debe ser protegido de unos humanos ambiciosos, ya sabes.

En ese momento, Lang QianQiu apareció. Gu Zi, convertido en fénix, reposaba sobre su hombro como si estuviera dormido, pero se desperezó cuando llegaron con el resto, graznó con alegría y voló hasta Qi Rong, acurrucándose en sus brazos.

—¿Me extrañaste? —preguntó acariciando la cabeza del ave—. Este ancestro también te extrañó, claro que sí. Ahora sé un buen chico y preséntate.

Gu Zi se transformó en un adolescente que seguía en brazos de Qi Rong, bajó descuidadamente y se presentó con propiedad haciendo una reverencia.

—Mi nombre es Qi LianHua —dijo—. Soy un maestro fénix. Sean bienvenidos a la ciudad de QingDeng.

—Gusto en conocerlo, joven maestro Qi. Mi nombre es Ye WangXi y él es mi compañero, Murong Chuyi.

La solemnidad de Gu Zi se rompió, dando paso a la alegría adolescente.

—¡Como la abuela Ye! —dijo—. Maestro Murong, ¿es usted hermano de Shizun?

Qi Rong se echó a reír con las expresiones aturdidas de Ye WangXi y Murong Chuyi. Lang QianQiu negó con la cabeza sin dejar de sonreír y Mo Ran apareció caminando con desenfado.

—Este Venerable ha terminado de establecer las últimas defensas de la ciudad —dijo—. Aunque sería más fácil averiguar dónde se encuentran esos cultivadores despreciables y...

Un latigazo de TianWen lo hizo callar abruptamente, pero sus palabras le dieron una idea a Qi Rong, una que por estar pensando en otras cosas no se le ocurrió antes. El Supremo esperó a que se hiciera de noche para salir de casa, y recorrió el bosque pensando en una idea que deseaba llevar a cabo. Pero...

—Papá, ¿qué haces?

—¡Con un demonio! Gu Zi, no me asustes así.

Pero Gu Zi no era el único que lo estaba siguiendo, para nada. Lang QianQiu estaba allí también. Tal parecía que esto iba a ser una fiesta de tres.

—¿Qué haces aquí? —preguntó Lang QianQiu.

No había agresividad en su voz, por lo que Qi Rong no vio la necesidad de insultarlo y dijo:

—Pongo en práctica algo.

Los dos Supremos que quedaban tenían algo así como mascotas: Hua Cheng, calamidad dueña de la mítica Ciudad Fantasma, tenía sus mariposas infernales; He Xuan, calamidad de los mares, tenía esos peces hueso que pululaban por ahí. Así que Qi Rong, siendo calamidad de los bosques, pensó en que podría utilizar a algunos de los animales que vivían allí. Así que, con ese propósito, había comenzado a practicar por las noches. Qi Rong dirigió la mirada hacia Gu Zi y Lang QianQiu, diciendo:

—Miren esto.

El Supremo alzó las manos haciendo un chasquido con la lengua, al poco tiempo una gran cantidad de animales se reunieron a su alrededor: una pequeña serpiente cayó en una de sus palmas abiertas, en la otra se posó un pequeño pájaro carpintero (Gu Zi hizo un puchero al ver esto), ciervos y puercoespines se reunieron a sus pies, y finalmente fueron rodeados por luciérnagas.

—¿Qué tal? —preguntó.

—¡Increíble! —exclamó Gu Zi, sus ojos naranjas brillaban de la emoción—. ¡Papá es el mejor!

—Todavía me falta aprender el lenguaje de los animales, pero al menos ellos sí pueden entender lo que les digo —dijo Qi Rong, dirigiéndose a los animales reunidos—. Necesito a algunos de ustedes, los que puedan entrar a las posadas sin ser descubiertos. Deben entrar a vigilar a los visitantes que vinieron a causar problemas. El resto debe estar alerta a sus movimientos. Ya, vayan a descansar.

El grupo de animales se dispersó, siendo un par de lagartijas las únicas que se separaron del resto para infiltrarse en la posada del clan Su. Qi Rong vio a Lang QianQiu y explicó:

—El emperador idiota me dio la idea. De ese modo podremos saber qué clase de trucos tienen y cómo los vamos a contrarrestar.

—Es algo brillante —dijo Lang QianQiu—. Bien pensado.

Ambos se miraron en un incómodo silencio. Si estuviera vivo, Qi Rong se habría sonrojado, sin duda alguna, pero aún así podía sentir algo extraño en su interior y se alejó corriendo de allí. ¿Qué estaba pasando con él ahora?

❁❁❁❁❁

Qi Rong princesa Disney JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA

Friendly reminder: solo quienes conocían a Gu Zi antes de su coronación como maestro fénix pueden llamarlo por su nombre de nacimiento, el resto debe llamarlo como Qi LianHua y él debe presentarse de ese modo. Con Lu Qingyu esto no cuenta porque él vale madre (?)

Criando un fénixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora