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La secta Woyun se abrió en todo su esplendor. Qi Rong estaba fascinado por la belleza del lugar, tanto que casi se pierde de la presencia de los dos sujetos que los esperaban: Uno de ellos parecía amigable y feliz, mientras que el otro se veía más serio y nervioso. Tenía algo entre sus manos con lo que jugaba nerviosamente y solo levantó la vista cuando los tres estuvieron cerca.

Gu Zi dio un paso adelante, hizo una reverencia y dijo:

—Saludos. Soy el maestro fénix Qi LianHua; he venido aceptando su cordial invitación. Les ruego me disculpen por la tardanza.

—No pasa nada, tranquilo —dijo el que parecía ser el líder de la secta—. Me llamo Tianlang, y este es mi hermano Xuanji.

—Oh, ellos son mis acompañantes —señaló a Qi Rong, diciendo—. Este es mi padre, el Rey Supremo de los Bosques, Linterna Verde que alumbra la noche.

Hubo un destello de orgullo en los ojos de Qi Rong, el cual era compartido con su hijo. Por otro lado, hubo una ligera alarma en sus interlocutores. Haciendo caso omiso de ello, Gu Zi continuo, señalando a Lang QianQiu:

—Este es mi padre adoptivo, Su Alteza Tai Hua del este.

—¿Ustedes son pareja? —preguntó Tianlang repentinamente.

Hubo un incómodo silencio después de eso. Qi Rong y Lang QianQiu se miraron uno al otro, consultando con la mirada cuál era la respuesta más adecuada para esa pregunta.

—Sï —dijo uno.

—No —dijo el otro, al mismo tiempo.

Poco después, se corrigieron uno al otro.

—Es decir, no.

—Es decir, sí.

Y al final terminaron diciendo al unísono:

—Es complicado.

—Se nota —dijo Xuanji.

Tianlang carraspeó con incomodidad, y luego les indicó que lo siguieran. El grupo siguió avanzando mientras el líder de secta explicaba cosas de su hogar que ni el fantasma ni el dios estaban escuchando; sus mentes seguían agitadas en la pregunta anterior. Ellos habían vivido juntos mucho tiempo, habían tenido sexo (un muy buen sexo, hay que decir), e incluso habían intentado esas cosas cursis como tener una cita. ¿Eso les hacía una pareja?

¡Pero ni siquiera había una proposición oficial! ¡Ni siquiera había un "te amo" entre ellos!

Un momento. ¿¡Por qué mierda pensaban en eso ahora!?

—Bueno, Meng Hu los guiará a la residencia de su maestro.

Qi Rong volteó hacia la gente frente a él y un joven llamó su atención. Éste se acercó e hizo un saludo, diciendo:

—Mi nombre es Meng Hu. Por aquí, por favor.

Los tres lo siguieron para dirigirse al lugar, y para su alivio les dieron habitaciones separadas, momento que el Supremo se dispuso a hacer lo más maduro y adulto que se le ocurrió en ese momento: hundir la cara en la almohada y gritar con todas sus fuerzas, claro que sí.

❁❁❁❁❁

Claro, todos hemos gritado con la cara cubriendo la almohada cuando no entendemos nada, Qi Rong, estamos contigo (?).

Dispensen que no hubiera un capítulo nuevo, estuve en pleno brainstorming preparando una nueva novela original que quiero escribir. Así que, en compensación, les traigo capítulo doble, espero que sean de su gusto <3

Criando un fénixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora