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Lang QianQiu sorprendió a Qi Rong por la noche, cuando el Supremo se escabullía fuera de casa, siguiéndole con discreción para averiguar a dónde iba. Para su mala suerte, el fantasma se detuvo a medio camino y volteó hacía él con una sonrisa socarrona, diciendo:

—QianQiu, este ancestro sabe que estás ahí. Deja de ser un idiota y ven, no voy a correrte.

—¿Puedes no llamarme idiota? —preguntó Lang QianQiu poniendo los ojos en blanco.

—Iugh, debes dejar de juntarte con Mu Qing —replicó Qi Rong—. Se te están pegando sus mañas.

Lang QianQiu arqueó una ceja con gesto divertido.

—¿Qué tienes en contra del general Xuan Zhen? —preguntó.

—No me agrada. Igual que el idiota de Feng Xin —dijo Qi Rong—. ¿En serio quieres que pasemos la noche hablando de ese par de idiotas que seguro cogen entre ellos?

—No cogen entre ellos.

Las palabras de Lang QianQiu hicieron reír a Qi Rong.

—Su Alteza Tai Hua, no sabía que conociera un lenguaje tan vulgar —se burló.

Qi Rong se carcajeó un buen rato, luego tosió y se puso serio; haciéndole una seña a Lang QianQiu para que lo siguiera y ambos atravesaron el bosque hasta llegar a la posada donde el clan Su estaba refugiado, junto a un gran montón de cultivadores de otros lados.

—Yo conozco a varios de esos tipos —dijo LangQianQiu en voz baja.

—Sí, yo también —dijo Qi Rong, chasqueando la lengua con desagrado.

—¿Qué les habrá dicho Su SiChuan para hacerlos venir?

Qi Rong llamó la atención de Lang QianQiu, y cuando el dios lo miró se dio la vuelta completa, diciendo:

—Solo mírame. Soy una deliciosa carnada para estos imbéciles. Lo que no saben, es que este ancestro es un Supremo ahora.

—Shhhh, escucha —dijo Lang QianQiu.

Qi Rong se acercó en el momento justo que Su SiChuan decía:

—Los he reunido para decirles algo que omití antes. En este sitio hay un fénix.

Qi Rong y Lang QianQiu prestaron especial atención a sus siguientes palabras. Tal vez tuvieran sus diferencias, pero si Gu Zi entraba en la ecuación, ahí cambiaba la cosa.

—Es un fénix malvado criado por la calamidad de los bosques. Ambos han hechizado a la gente de esta ciudad, por lo que nuestro deber es liberar a la gente de este lugar. Y el único modo que podemos hacerlo es matándolos a los dos.

πππππ

—¡Ese grandísimo hijo de puta! ¡Solo esperen a que se encuentre con este Venerable, le voy a enseñar...!

Chu WanNing le dio un manotazo en la cabeza a Mo Ran antes de que dijera nada más, pero su semblante oscuro mostraba que estaba de acuerdo con lo que fuera que el emperador Taxian-Jun quisiera hacer. Mo Xi y Murong Chuyi intercambiaron una mirada de duda, cómo si tuvieran la misma idea pero necesitaran ponerse de acuerdo.

—Hay que admitir que Su SiChuan es inteligente —dijo Gu Mang, acariciando la cabeza de Gu Zi, que dormitaba convertido en fénix.

Shen QingQiu asintió mostrando su acuerdo.

—Inventando esa tontería del fénix malvado, se aseguró de tener realmente el apoyo de los cultivadores —dijo—. Tomando en cuenta que hace milenios no se ha visto un fénix surcando los cielos, no cuesta mucho trabajo convencer a la gente de algo así.

—Es probable que, tarde o temprano, comiencen a lastimar a las personas del pueblo —intervino Ye WangXi.

—Lo mejor será evacuarlos a todos —dijo Murong Chuyi.

—Yo puedo hacerlo —dijo Qi Rong con una sonrisa infantil.

—¿Y cómo lo vas a hacer? —preguntó Mo Xi, escéptico.

Lang QianQiu sonrió, entendiendo lo que iba a hacer la calamidad de los bosques.

—Es una deidad —dijo—. Al igual que los dioses, puede aparecer en los sueños de los mortales.

—Y si se lo dice en un sueño, la gente obedecerá sin chistar —dijo Wei WuXian—. ¡Es brillante! Luo Da-Ge, ¿por qué no haces eso tú?

—No es lo mismo —dijo Luo BingHe—. El mundo onírico no funciona igual para dioses y demonios.

Murong Chuyi intervino antes de que las cosas se desviaran del curso inicial.

—Eso no es importante ahora —dijo—. Necesitamos un plan. Y, primero que nada, necesitamos sacar a esta gente de aquí.

—Shizun —llamó Qi Rong a Chu WanNing, que dio un respingo al ser llamado de ese modo.

—¿Qué pasa? —preguntó, un poco sorprendido, puesto que era la primera vez que el fantasma lo llamaba así.

—¿Por qué no deja que el Venerable Taxian-Jun infecte a algunos del clan Su con piezas de ajedrez? Solo los interrogamos para obtener información y los dejamos ir. Mientras tanto, la gente puede irse preparando para la evacuación.

Chu WanNing dudó por un momento, diciendo después:

—Lo pensaré.

Pero Mo Ran ya se había ido, dispuesto a seguir la sugerencia de Qi Rong.

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Si Qi Rong fuera mexicano diría: "soy un Supremo ahora, manos les van a faltar para pelarme la verga" JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA

Pero admiren como a Gu Zi el barrio lo respalda <3

Criando un fénixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora