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Qi Rong pateó a un espíritu errante que había sido expulsado del cuerpo de un aldeano. El susodicho espíritu se convirtió en un gorrión al ser privado de la protección obtenida por el cuerpo del hombre y en ese momento un fénix se posó frente a él, usando una de sus alas para acogerlo.

—Adivinaré. ¿Te encargarás de eso?

El fénix asintió a las palabras de Qi Rong y una vez que absorbió el espíritu emprendió el vuelo, posándose primero en el hombro del fantasma para restregar su cabeza cariñosamente en la cabeza de Qi Rong, quien lo acarició suavemente.

—Ve con cuidado, Gu Zi. No llegues tarde para comer. 

Tras esta despedida, Gu Zi se alejó volando. Las noticias de que existía un maestro fénix en el mundo mortal se habían expandido a una velocidad increíble y no existía un solo día en que hubiera alguien acercándose a preguntar. Qi Rong los echaba a todos fuera, no fuera a ser que el bastardo de Lu Qingyu se apareciera disfrazado como uno de esos preguntones y aprovechara la oportunidad para hacerle algo a su hijo. 

—El tiempo pasa volando —dijo Zhu Fuzhou acercándose de repente a Qi Rong—. Tengo entendido que el gran maestro tiene ahora 19, ¿no?

—Deja esa mierda de "gran maestro" —le increpó Qi Rong con molestia—. No tienes ni puta idea de cuántas veces he escuchado esas mismas jodidas palabras. "¿Podemos ver al gran maestro fénix?" "Escuché que el gran maestro de bestias cambiantes está aquí", "deseo ver al gran maestro". Estoy hasta la puta madre. 

Zhu Fuzhou no podía creer que alguien tan grosero haya sido de la realeza, pero era el padre de su gran maestro así que no podía quejarse mucho. Qi Rong volteó a verlo con curiosidad y preguntó:

—¿Que haces tú aquí? Creí que odiabas a la gente.

—La odio —dijo Zhu Fuzhou arrugando la nariz con disgusto—. Pero si voy a estar al lado del maestro fénix, debo acostumbrarme a su presencia. Sobre todo ahora que está a punto de ser coronado como maestro fénix.

—Espera, ¿qué?

—El siguiente líder de secta entre las bestias cambiantes toma el manto a los 20 años, es la costumbre.

—¿¡Y por qué mierda no lo dijiste antes!?

—Bueno, se lo estoy diciendo ahora.

Qi Rong se llevó una mano a la cara con un claro gesto de fastidio, luego sujetó a Zhu Fuzhou de las solapas de su túnica y lo sacudió varias veces.

—¿No te das cuenta del peligro que corre Gu Zi? —gritó el fantasma con auténtica furia—. ¡Cuando sea coronado gran maestro Lu Qingyu va a venir a cazarlo! ¿Cómo esperas que me prepare con antelación para enfrentarlo?

—Usted no es un Supremo, no podría enfrentarlo —dijo Zhu Fuzhou.

—¡No es necesario que me lo restriegues en la cara, coño!

Qi Rong soltó a Zhu Fuzhou y fue a buscar a Chu WanNing, pero al encontrarlo con Ye HuangFei dio media vuelta sobre sus pasos con la desesperación a flote. No solo tenía que encargarse de Lu Qingyu, sino también de Lang QianQiu, al que había prometido encontrar cuando Gu Zi cumpliera 20 años.

Qué jodida frustración.

De repente, se le ocurrió una idea. Era algo que, si siguiera vivo le produciría náuseas, pero debía hacerlo para asegurarse de que su hijo tuviera una coronación tranquila.

"Hey, primo", llamó Qi Rong a Xie Lian por medio de la matriz de comunicación. "¿Puedes hacer alguna mierda manipuladora con Hua Cheng para que haga algo por mí?"

Fan Wushe y Zhu Fuzhou habían dicho que solo un Supremo Rey Fantasma podía hacerle frente a un General Fantasma del inframundo. Bueno, Qi Rong iba a asegurarse de que Lu Qingyu fuera perseguido por el Supremo más rompebolas que él conocía.

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Qi Rong durante todo el capítulo: ¡Chingada madre!

Criando un fénixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora