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El día los recibió con una buena noticia: Wu Ruo fue personalmente a buscar a Lang QianQiu y a Qi Rong y cuando estuvieron juntos les dijo:

—El antídoto funcionó. Hei Yunxing está fuera de peligro, le tomará un par de días despertar.

Qi Rong no cabía en sí de la felicidad. Esa era una buenísima noticia por dos razones: en cuanto Hei Junxing despertara, les diría dónde encontrar la alabarda infernal y, que el antídoto funcionara quería decir que su hijo sería inmune al veneno de Lu Qingyu, tal como lo había pensado cuando le dio a beber el brebaje siendo bebé.

Que malditamente listo era, claro que sí.

—Gracias por sus esfuerzos, Su Alteza —dijo Lang QianQiu, ya que Qi Rong se había quedado en silencio.

—No es nada —dijo Wu Ruo con una sonrisa.

El dios se despidió del príncipe consorte y luego volteó hacia Qi Rong, que se había quedado repentinamente serio.

—¿Qué te pasa?

—Tengo un mal presentimiento... —dijo Qi Rong—. ¿Y si terminamos por llegar a una pista falsa?

—Si Lu Qingyu atacó a Hei Yunxing, no creo que sea una historia falsa —dijo Lang QianQiu.

—Bueno...

El dios se acercó al fantasma y lo abrazó protectoramente, diciendo:

—Todo va a estar bien.

Sin embargo, Qi Rong no podía estar tranquilo. No podía evitar pensar que algo estaba mal, le habían pasado muchas cosas buenas y el incidente con Sun Qiao no podía considerarse como un mal incidente así que... realmente no sabía qué pensar.

—Oye... —dijo Lang QianQiu, tranquilamente—. Tengamos una cita.

—Una... ¿una qué?

Qi Rong sabía, gracias a Ye HuangFei, de qué se trataba una cita. ¡Pero nunca esperó tener una! Aunque, ya que lo pensaba, no era tan mala idea. Es decir, durante siglos solo había tenido encuentros violentos con Lang QianQiu, incluso el tiempo que pasaron criando a Gu Zi fue una especie de convivencia forzada sin casi nada de amor allí. Y su convivencia actual pues...

—Claro, por qué no —dijo Qi Rong.

Lang QianQiu sonrió, luego frunció el ceño y se separó de Qi Rong llevándose dos dedos a la cabeza; suspiró y volteó hacia el fantasma.

—Tengo que ir a la corte celestial, pero nos vemos mañana, ¿sí?

—Sí, claro —dijo Qi Rong—. Genial.

En cuanto Lang QianQiu se fue, Qi Rong entró en pánico y corrió a buscar a Wu Xi. Necesitaba consejos de su amiga para esto. Lo que no contaba era encontrar a los hermanos Wu juntos, escribiendo runas.

Bueno, daba igual, cualquier consejo le venía de perlas en su situación.

—¿Una cita? —preguntaron los tres al mismo tiempo.

—Sí, una cita.

Wu Zhu, Wu Ruo y Wu Xi se miraron entre sí con la duda en su rostro. Qi Rong chasqueó la lengua con impaciencia y dijo:

—¿Y bien?

—Bueno... Yo no conocí a Hei Xuanyi hasta que me casé con él —dijo Wu Ruo—. Y después no tuvimos muchas citas.

—You Ye me mantuvo a su lado cuando estuve en su reino y... no creo que sea un buen ejemplo para una cita —dijo Wu Zhu, apretando los puños.

—Hei Xuantang hace muchas payasadas en nuestras citas —dijo Wu Xi—. Aunque no puedo negar que es adorable. Pero él me lleva a sitios lindos...

Wu Xi cerró la boca notando las miradas de sus hermanos sobre ella. No había que ser muy listos para darse cuenta que Wu Zhu y Wu Ruo estaban siendo celosos con su hermana, lo cual era muy comprensible pero a Qi Rong no le ayudaba en nada. Así que los dejó discutiendo y se fue a preguntarle a las otras personas de las relaciones.

—Wu Ruo estaba enfermo cuando nos casamos, y me dediqué a encontrar una cura para su enfermedad —dijo Hei Xuanyi, pasando la página del libro de cuentas que estaba leyendo—. Además, sus padres estaban en problemas y los ayudamos lo mejor que pudimos y luego llegó Eggie. Así que no había mucho tiempo para salir en citas. Y estando casados, compensamos eso de otro modo.

Qi Rong hizo un gesto de "no quiero saber" y pasó al sujeto número dos.

—Llevé a Wu Zhu a recorrer mis sitios favoritos en el infierno —dijo You Ye con una sonrisa de nostalgia—. Aunque su rostro aterrorizado me hizo pensar que no era una buena idea llevar a un mortal a recorrer el reino infernal...

La última esperanza de Qi Rong le sonrió alegremente, lo rodeó de los brazos, y dijo:

—He llevado a Wu Xi a muchos sitios bonitos luego de que se confirmó nuestro compromiso. Así que... —He Xuantang le sonrió a Qi Rong como un sabio salvador y añadió—. Lo mejor que puedes hacer en una cita es interesarte por lo que le gusta a tu pareja, para conocerse más.

Solo así Qi Rong se dio cuenta que aún había cosas que no sabía de Lang QianQiu. Pero no pudo procesar bien esa idea porque Wu Xi se había librado de sus hermanos y se acercó a él diciendo:

—Acabo de notar que no tienes nada que ponerte, así que iremos de compras.

—¿Cómo que no tengo nada que ponerme? —increpó Qi Rong.

—Te he visto con dos cambios de ropa, nada más.

Mientras Wu Xi jalaba a Qi Rong, éste se dio cuenta de que Wu Zhu y Wu Ruo se dirigían a Hei Xuantang, y el fantasma rezó porque su amigo saliera con vida del posible interrogatorio que sus cuñados le iban a hacer. Pero luego comenzó a temer por sí mismo cuando Wu Xi le dijo:

—Me aseguraré de que te veas divino para tu cita.

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Qi Rong, Supremo de los bosques, solo tiene dos cambios de ropa para el viaje porque, según él, no se iba a tardar mucho JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA

Criando un fénixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora