—¿Qué pasó? —preguntó Qi Rong mientras salían del recinto en el que se encontraban.
—Yo iba a preguntarte eso —dijo Lang QianQiu, pero luego centró su atención en lo importante—. Zhang Fei llegó a la secta Woyun con un ejército de fantasmas. La mayoría fueron atrapados por las trampas espirituales puestas por Mo Tianliao.
Lang QianQiu frunció el ceño y luego dijo con reticencia:
—Ese tipo realmente es muy habilidoso. Como sea, el asunto es que hubo una parte de ese ejército fantasmal, entre ellos Zhang Fei, que lograron pasar el cerco de trampas. En este momento la mayoría está poniendo a los discípulos bajo protección para evitar bajas. Qing Ming está enfrentando a Zhang Fei ahora mismo.
—Vamos. Tengo que patearle el trasero.
Mientras corrían hacia la plaza central de la secta, Lang QianQiu se acercó a Gu Zi y preguntó en voz baja:
—¿Tu papá ha manejado una alabarda antes?
—Supongo que lo averiguaremos —dijo Gu Zi, con un deje de misterio.
Gu Zi sabía que su papá podía manejar a Diyu: Chu WanNing le había enseñado a Qi Rong a manejar toda clase de armas antes de que su padre eligiera el látigo. Y bueno, tomando en cuenta lo exigente que es Chu WanNing como maestro, Qi Rong podría manejar decentemente una alabarda. O por lo menos eso creía Gu Zi, que siempre esperaba lo mejor de su padre.
Qing Ming estaba reteniendo a Zhang Fei, mientras Tianlang, Xuanji y QingTong repelían a los fantasmas. Mo Tianliao lideraba la evacuación de los discípulos, Gu Zi y Lang QianQiu se apresuraron a ayudarles mientras Qi Rong tomaba el relevo para enfrentar a Zhang Fei. Los ojos del hombre brillaron de codicia cuando vio la alabarda en manos del Supremo.
—Justamente venía por eso —dijo, lamiéndose la lengua—. Que buen sobrino eres.
—Vete a la mierda —dijo Qi Rong—. Este ancestro te va a patear el trasero.
Zhang Fei se echó a reír mientras aullaba, listo para lanzar un lamento fantasmal, pero Qi Rong se abalanzó sobre él usando la punta de lanza para cortar la garganta de Zhang Fei. Si bien, para su desgracia, no había sido un corte lo suficientemente grave para terminar con su vida de mierda, el corte había cercenado las cuerdas vocales del fantasma. Se iba a regenerar, claro, pero su capacidad de gritar se había esfumado. Sin perder el tiempo, Qi Rong volvió a atacar a su tío, lanzando estocadas sin parar, hiriendo al fantasma en varias partes del cuerpo... hasta que se desintegró.
¿¡Pero qué mierda!? ¡El maldito bastardo lo distrajo con un puto clon!
—¡Cuidado!
Lang QianQiu se interpuso entre Qi Rong y Zhang Fei, atajando el ataque dirigido hacia el fantasma. El dios apartó el arma y pateó el pecho de su oponente.
—¿Por qué lo defiendes? —le increpó Zhang Fei a Lang QianQiu—. ¡Tú ibas a matarlo!
—Eso era antes —dijo Lang QianQiu.
—¡Él mató a tu familia!
Esta vez, fue Qi Rong quien pateó a Zhang Fei.
—Sí, sí, ya lo sabemos —dijo el Supremo—. ¿Y sabes qué? Lo superamos.
—¿Qué te hace pensar que no te va a apuñalar mientras duermes?
Zhang Fei aprovechó la leve distracción de Qi Rong para atacar, pero el Supremo hizo un deslizamiento hacia atrás para evitar el golpe, deslizándose nuevamente hacia adelante encajando la alabarda en el pecho de Zhang Fei.
—No lo va a hacer. Confío en él. ¡Ahora muérete por segunda vez, pedazo de mierda!
La hoja de la alabarda se abrió paso hasta salir por la cabeza, cortando en dos el cuerpo. El arma comenzó a brillar, emitiendo un resplandor rojizo que se expandió en una ola de energía que absorbió a los fantasmas que se encontraban alrededor, neutralizando la amenaza.
—Ahora lo veo —dijo Gu Zi—. Lu Linghe creó a Diyu con la habilidad de absorber fantasmas. ¡Genial!
La alabarda brillaba, el rojo de su aura refulgía llamando la atención de todos los presentes. Qi Rong hizo girar el arma entre sus manos antes de entregársela a su hijo, diciendo:
—Toda tuya.
Gu Zi tomó el arma con una mezcla de admiración y reverencia, apartándose para observarla. En ese momento, Lang QianQiu se acercó a Qi Rong, y dijo:
—Gracias por confiar en mí. Pero... ¿por qué?
Qi Rong tardó en responder, pero finalmente decidió abandonarse al sentimiento y tomó las mejillas de Lang QianQiu, diciendo:
—Porque te amo, bobo.
El fantasma sonrió al ver como el rostro del dios se sonrojaba, como si fuera un tomate, y le dio un beso corto en los labios. Las manos de Lang QianQiu sujetaron a Qi Rong de la cintura, y atrajó al fantasma hacia sí para darle un beso más largo y apasionado. Cuando finalmente se separaron, el dios dijo:
—Yo también te amo.
❁❁❁❁❁
Awwwwwwwwwwwnn
ESTÁS LEYENDO
Criando un fénix
FanficGu Zi ha encontrado un método de cultivación que lo hace revivir cada vez que muere siguiendo el ciclo del fénix, y Qi Rong aprende cómo ser un buen padre con él. O como nuestro buen ancestro logra sanar todas sus relaciones mientras cuida un bebé. ...