60.Visitas

1K 65 3
                                    

1 semana después.

Salí a conocer la mansión Herondale, Alis, Ana, Carla e Izzy junto a los chicos la habían preparado antes de la boda y no conocía casi nada, era literalmente inmensa. Tenia una sala de entrenamiento, preciosas terrazas, grandes salones... Era la casa que yo soñaba de pequeña!! Quitando la sala de entrenamiento, claro. Subí al piso de arriba y me metí en un pasillo. Ahí colgaban hermosos cuadros de diferente gente con marcos dorados algo desgastados y con el simbolo de aves al vuelo decorando su corona. En un cuadro vi a un hombre y una mujer, la mujer era castaña con ojos azules grisaceos y el hombre pelinegro con ojos azules ambos vestidos con ropas de epoca, la mujer me resultaba familiar, había una inscripción abajo Tessa y Will Herondale, entonces caí en la cuenta de que era Tessa Gray, mire el cuadro frunciendo el ceño y pase a otro, en ese había un hombre al igual pelinegro con una mujer pelirroja con ojos verdes Cordelia y James Herondale me habia dado cuenta de que eran cuadros de los antepasados Herondale. En el otro cuadro habia un hombre pelinegro con ojos verdes como los de Cordelia y una mujer a su lado, en la inscripción ponia Lydia y Owen Herondale.

El proximo me dejo sin aliento Imogen y Marcus Herondale levante la vista y vi a la antigua inquisidora al lado de el mismisimo Marcus Herondale, y ese fue el ultimo cuadro, no había ninguno de Stephen y Celine. Respire hondo, entrar ahí me parecía demasiado personal, demasiado intimo, pensé que reacción hubiera tenido Jace al entrar ahí, trague saliba y me fui de aquel pasillo, en el salon del piso de arriba me tropecé con Jace, me hubiera caido de no ser porque Jace me cogio antes de caerme al suelo de mármol claro.

-hey, hey. Y esas prisas?-me dijo yo lucí una de mis mejores sonrisas para que no se preocupara, la verdad no tuvo que fingir. Se alegraba mucho en verle y el dolor de estomago que le invadia cada vez que no estaba con el desapareció al tenerlo cerca activandome la adrenalina, me rodeo la cintura con su brazo y yo recoste mi cabeza en su pecho dejando salir un suspiro contenido.

-Visitando la casa.-le dije inocentemente, el frunció el ceño sin convencerse.

-Seguro? Estabas muy pálida cuando te vi.-dijo y yo le mire despreocupadamente.

-Hace unas horas que me he levantado, tendras que acostumbrarte.-le dije y el encarno una ceja, me mordí el labio, el iba a replicar pero le bese en los labios antes de que pudiera articular cualquier palabra. Me envolvio más en sus brazos y yo tire del cuello de su camisa hacia abajo profundizando el beso. Delineó mi labio inferior con su lengua pidiendo permiso y yo se lo accedi, me estremeci en sus brazos y exploró mi boca, el sonido de la puerta rompió el beso, ambos nos separamos jadeantes, habíamos olvidado respirar, cerré los ojos un instante.
-Quien será?-pregunte cuando recupere el aliento, el se encogio de hombros, me rodeo la cintura con el brazo y ambos bajamos las escaleras directos a la entrada. Cuando Jace la abrió dejó al descubierto las figuras de Izzy, Simón, Alec y Magnus en la entrada.
-Vaya, menuda sorpresa.-dijo Jace con una sonrisa irónica, yo rode los ojos, me solté de su agarre y fui a abrazarles. Entraron a la mansión y a Simón parecían salirse los ojos.
-Vivis aquí?-preguntó Simón y todos menos Simón y Clary rieron a carcajadas.
-Esta casa es igual de grande que todas las otras mansiones.-dijo Alec, yo no me sorprendí, Simón parecía aún más anonadado. Nos fuimos al la biblioteca, era bastante parecida a la del instituto. Estanterías y estanterías llenas de libros, unos sofás enfrente de una chimenea y un alféizar en una ventana con vistas a Idris. Nos sentamos en el sofa.
-Porque habéis venido? Ha pasado algo?-pregunte casi como un impulso, ellos se miraron y nos miraron sonrientes.
-Que nosotros sepamos nada, el instituto esta muy aburrido sin vosotros dos rondando por ahí.-dijo Izzy acurrucada al lado de Simon. Jace sonrió con suficiencia.
-Al parecer sin yo iluminando vuestros caminos os deveis sentir muy perdidos.-dijo y todos rodamos los ojos.
-Me puedes decir el secreto de como lo aguantas?-me preguntó Magnus y Jace le miró mal acercándome más a el con un brazo rodeando mis hombros, le mire para que se callara y no contestará ninguna grosería, Jace respiro hondo.
-La verdad hemos venido a Idris para la reunión de la clave sobre Jack.-dijo Simón y yo mire a Jace.
-Ya le pusieron fecha?-pregunte irónicamente y Jace suspiro y apoyo su cabeza con la mía mezclando sus cabellos, rojo con dorado.
-Mañana tendremos que ir.-comunicó Alec agarrando fuertemente los puños de su remera azul, me mordí el labio, mire fijamente al grupo, suspire. Jace levantó la cabeza y la miró con ojos protectores. Me levante del sofa sorprendiendo a todos los presentes.
-Iz puedo hablar un momento contigo?-dije, ella le miró y asintió, se levantó y ambas nos fuimos de la biblioteca, Izzy me miró.
-Que ocurre?-me preguntó con el ceño fruncido, yo suspire.
-Antes he visto un pasillo y he encontrado...-dije un poco incómoda y ella me paro.
-Creó que se lo que me quieres decir. El cuarto? Fue idea de Alis prepararlo.-dijo y yo me desvíe del tema curiosa por lo que decía.
-El cuarto?-pregunte con brazos cruzados.
-Si, el cuarto. No lo has visto?-preguntó y yo negué, Izzy suspiro divertida.
-Por el ángel Clary no te enteras de nada.-exclamó, me tomo de la muñeca y me arrastró arriba, entramos a una habitación de mediana estatura con paredes blancas con algunos dibujos de ositos, en la esquina había una cuna blanca con sabanas de colores, un móvil giratorio colgaba del techo sobre la cuna y una mecedora con un cojín morado estaba junto a la cuna. Clary se adentro más en el cuarto y paso por un mueble azul lleno de libros infantiles: Peter pan, Cenicienta, Aladin... e incluso algunos de cazadores de sombras, encima del mueble se hallaban unos cuantos juguetes, miró a Izzy desconcertada, en el cuarto también había un armario, fue hacia ahí, lo abrió y había ropas, zapatitos, gorritos... Todo de bebé de todos los colores. Mi pulso se aceleró.
-Porque habéis hecho esto?-pregunte un poco trastornada, Izzy se acercó a ella.
-Alis es muy perfeccionista. También pensó en esta posibilidad.-dijo Iz, cerré los ojos, odiaba pensar en el futuro aunque fuera el pensamiento más tierno que se pudiera pasar por su mente.
-Me encanta.-soltó, no había querido decirlo, era más un pensamiento que una oración, pero era verdad, Izzy sonrió.
-Me alegró que te guste.-me dijo, suspire, ambas salimos del cuarto.
-Clary, si no era de esto de lo que hablabas, de que era?-me preguntó, yo instintivamente gire mi cabeza hasta la dirección donde estaba el pasillo con los cuadros pero este no estaba, sólo una pared que dejaba claro que no se podía avanzar más allá, mire un poco anonadada e Isabelle se acercó, volví en si.
-Nada. Volvamos con los chicos.-dije e Isabelle me miró con el ceño fruncido antes de suspirar derrotada y acceder. Entramos en la biblioteca y los chicos estaban riéndose con su conversación. Ambas sonreímos.
-Que nos hemos perdido?-preguntó Izzy sentándose en el regazo de Simon yo me senté al lado de Jace.
-Conversaciones de chicos.-contestó Jace y yo hice un ruidito frustrado.
-Oye!! Primero eran cosas de Herondale y ahora cosas de chicos, que será lo próximo?Cosas de altos?-exclame, el me miró y soltó una risa, la posicionó mejor en la curva de su costado pero ella seguía echándole una mirada asesina.
-No haría eso porque seguramente me perseguirias por toda la casa con un cuchillo serafín.-dijo Jace y me rei malévolamente al pensarlo.
-La casa es grande.-dijo Simón.
-Si, pero cuando una chica se enfada saca su sexto sentido y eso no es bueno para vosotros chicos.-dijo Isabelle con una sonrisa y todos reimos. Se quedaron toda la tarde hasta que se hizo de noche, nos despedimos de ellos mientras veía como se difuminaban a la distancia envolviéndose en la capa negra de la noche sin permitirme ver más allá. Jace cerro la puerta, me rodeo la cintura con el brazo y suspire.
-Me he alegrado en verlos.-dijo Jace acercándome a el.
-Iremos alguna vez a Nueva York?-pregunte un poco nostálgica, Jace también suspiro.
-Pues claro, Isabelle, Alec, Simón y Maryse no pueden matar solos a todos los demonios de Nueva York.-dijo y yo asentí, el me beso la mejilla.
-Por cierto la comida que has hecho hoy ha estado buenisima.-me susurro y yo sonreí con suficiencia. Todas las mañanas Jace le hacia un buenisimo desayuno, siempre me acuerdo del dulce olor del desayuno en la mañana, de la cocina demasiado moderna para estar en Idris, Jace cortando fruta en una tabla de madera encima de una encimera de mármol, la vitroceramica con una sartén haciéndose unos hot cakes, la isla blanca con taburetes, la gran variedad de electrodomésticos y unas puertas con unos cristales viéndose los verdes jardines de la mansion, casi me desmayo al ver que literalmente había una piscina, este día hize la apuesta de que Jace no era el único que sabía cocinar y el aceptó.
-Bueno me alegró que te haya gustado-le mire con una sonrisa torcida. Di un pequeño bostezo y me acurruque en el.
-Estas cansada?-me preguntó poniendo un mechón de pelo tras mi oreja, yo asentí medio adormilada, el me cogió estilo nupcial y yo me rei.
-Sabes que tengo piernas y que no me tienes que coger así todos los días, verdad?-le dije acurrucandome en sus brazos y enterrar mi rostro en su pecho, el sonrió.
-A mi me gusta llevarte así.-dijo y notó como Clary se durmió respirando calmada y regularmente. Sonreí al verla tan agusto en sus brazos, suspire y la lleve a nuestra habitación.

Cazadores de sombras: ciudad de los recuerdos guardadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora