83.Preparandose

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Estaba en el apartamento de Nueva York mirando nuestra pequeña sala donde colgaban un considerado armamento inspeccionando cada arma con sumo detalle deduciendo cual seria la mejor, opte por llevar dos vainas y tener a Heosphoros y la forjada en guilis, también pensaba en las dagas, cada una con distinta hoja, curvada y recta con empuñadura para diestros y
zurdos con la runa angelical plasmada en todas ellas, las hojas, plateadas decoradas con tinta mágica cruzándose las lineas de cada una en forma de runas para la resistencia y el poder que cada una de esas armas mostraba y concedía al igual que un cuchillo serafín, me decidí en llevarme todas la que cupieran en las fundas. Habrá muchos subterráneos, pensé, también nefilims engatusados para luchar o algunos hiendo voluntariamente, una vida de cicatrices y muerte. En un principio pensé que era la perfecta definición de una guerra, vivir en ella, experimentarla ver como todo se desplomaba a tu alrededor y sentir que tu fueras la ultima persona en el ultimo pedazo de tierra firme que queda con miedo a precipitarse al vacío hasta que mas tarde entendí que Hodge había elegido las palabras adecuadas no para definir una guerra si no para saber el significado de la vida de un cazador de sombras, una guerra, siempre lo era en ese mundo matando demonios y encerrar o matar a los revelados extremos de la clave, cada día una diferente guerra en el que cada detalle aunque sea mínimo es irrefutable a la hora de sobrevivir viendo como cada día un vida se pierde y otra guerra se gana porque la vida empezaba y acababa con una guerra y se entrena para sobrevivirla aun estando ahora en ella, seguí pensando en eso mientras recorría con la mirada las muchas armas, las runas parecían diferentes y extraños mosaicos plasmados a mano en el brillante metal de las hojas de cada arma.
-Te vas a quedar toda la noche aqui?-me pregunto una voz y yo gire mi cabeza con brusquedad hacia Jace apoyado en el umbral de la puerta. La penumbra le daba a su cabello un matiz de oro oscuro. Mire mi reloj donde marcaban las 22:56 y volví mi vista a Jace.
-No creí que era tan tarde.-dije anonadada, el se encogió de hombros.
-No es muy usual en ti.-dijo observándome un instante, yo alce una ceja inquisiva.
-Lo que?-pregunte apoyandome en la pared, el me miró directamente como si quisiera escoger por un momento las palabras que se le atascaban en la garganta.
-Tan misteriosa o una persona con tanto liderazgo como demostraste esta mañana y ahora te encuentro después de 3 horas en esta sala observando las armas como si cada una contuviera una historia en su filo.-dijo y yo frunci los labios, tenia razón, no estaba como antes pero en el simple hecho de pensar en Jack me hervía la sangre y se me herizaba el bello de la nuca de rabia y miedo juntado con un nudo en el estomago que algunas veces no me dejaba ni respirar esperando y esperando y quería acabarlo ya que lo iban a empezar.
-Lo se solo estoy en tensión. Mucha.-le conteste, el se quedo quieto por un momento sin hacer nada solamente mirándome, suspire y salí del cuarto, Jace después de otro minuto fue detrás mio.
-Todos estamos en tensión.-dijo en un susurro y me sente en el sofá.
-Tu deberías ser uno de lo que esta mas tensos.-dije mirándole desde el sofá, el funció el ceño mirándome.
-Yo? Porque?-pregunto sentándose en el brazo del sofá, trague saliva.
-Porque sabes que no es un enemigo corriente, es tu hermano mayor del que tiene un sorprendente parecido a tu padre. Sera mas difícil para ti enfrentarlo.-dije y el bajo la mirada.
-Te prometo que eso no pasara, no me distraira.-dijo y me mordí el labio, no me refería a eso quería decirle pero no fueron esas las palabras que salieron.
-No, no puedes prometer eso y no puedes ocultarmelo, yo estuve en la misma situación con Sebastian y no es fácil, quiero que me digas lo que te pasa.-le dije y el cerro los ojos, solo un segundo pero cuando los abrió relucían en fuego celestial.
-Lo que me pasa es que soy un desastre, yo no puedo hacerte sentir mejor y tu puedes entenderme y decir justamente lo que necesito para poder sentirme mejor.-susurro, respire hondo.
-Ese es mi trabajo.-dije con una pequeña sonrisa, Jace me miro y con rápidos movimientos el estaba sentado en el sofá y yo acomodada en su regazo. Pestañee varias veces, como diablos había acabado aquí? No me dio tiempo a reaccionar ya que Jace poso sus labios en los mios, un ligero roce que fue cortado cuando Jace se inclino presionándolos con fuerza, me agarre a sus hombros para asegurarme en no derretirme en sus brazos que rodeaban mi cintura, rompí el beso casi sin entender nada.
-Jace...-comence en un susurro acariciándole la mejilla.
-Que ocurre?-pregunto mirándome y yo sonreí.
-Nada, solamente estoy cansada.-le dije con una genuina sonrisa, el también sonrió la levantó estilo nupcial y ella abrió los ojos por la sorpresa.
-Cuando dejaras de hacer esto?-reproche y el rio.
-Oh vamos como si lo odiaras.-repuso el y sonrei.-Y tienes que descansar mañana sera un dia duro.-me dijo y baje la mirada.
-Tenemos que descansar.-le corregí y el me acerco mas a el.
-Nunca me cansare del "nosotros".-dijo y sonrei.

Cazadores de sombras: ciudad de los recuerdos guardadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora