Epilogo

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7 años después

Andando medio somnolienta por la cocina me dirigi a prepararme un café para quitar el sueño.

Ayer Jace y yo estuvimos de caza hasta las 10:30 de la noche y cuando fuimos a la mansion de Magnus y Alec para recoger a nuestros hijos ya que ellos habían insistido ya que su hijo brujo, Jay, que adoptaron hace unos años, el cual tiene la misma edad que Etham y Mia, se llevaban muy bien con nuestros hijos, cuando habíamos entrado a su casa encontramos a Mia y Ethan persiguiendo a presidente miau por toda la casa mientras Alec les perseguia y Magnus se ocupaba de que Jay no cogiera mas galletas del tarro.

Luego al parecer a Jay, Mia y Ethan les pareció gracioso jugar al escondite y estuvimos buscandoles durante 4 horas hasta que les encontramos profundamente dormidos tras un seto del jardin.

Cuando habíamos llegado a nuestra mansion ya eran casi las dos asique acostamos a Ethan y Mia y ambos fuimos directamente a la cama completamente agotados.

Me servi el café con leche y lo puse a calentar en el mincroondas mientras me apoyaba en la isla de la cocina con los codos apoyados en el frio marmol blanco y enterrando mi cabeza en las manos.

Al minuto y medio el pitido del microondas hizo que diera un pequeño respingo, suspire con frustración por el cansancio, hoy Jace tuvo una pesadillas con patos y estuve casi toda la noche oyendo sus escasos susurros diciendo Alejate!, Pato inmundo te llevare de vuelta al infierno, Malditas ratas sin escrúpulos que nadan en su propio váter y cosas aún mas incoherentes, apenas dormi y siempre cuando iba a dormirme los susurros de Jace se hacían mas altos y maldecia a los malditos patos por hacer que Jace tenga sueños como esos, aunque me vengue tirándole de la cama y cuando el se despertaba sobresaltado me hacia la dormida.

A duras penas arrastre mis pies hasta el microondas y me servi mi café con unas tostadas con nutella, mmmm nutella tu eres la única que me entiendes.

Por el ángel! Que hago hablandole mentalmente a una tostada envede de comermela?

Si, definitivamente no dormi.

A los cinco minutos Jace apareció por la puerta, su pelo revuelto, sus andares firmes y sin ninguna bolsa bajo los ojos, maldito....

Me sonrió y me dio un beso en la mejilla mientras yo pensaba mil y una formas de asesinarle, le devolvi mi sonrisa con toda la inocencia que tenia y el se giro para prepararse el café.

Le di el ultimo bocado a mi tostada y le di un sorbo a mi humeante café sintiendo como la cafeina bajaba por mi garganta recorriendome las venas en una cálida sensación.

Jace me abrazo por la espalda volviendome a sobresaltar, me sonrio de nuevo y de dio un beso tierno en la mejilla.

-Buenos dias.-me susurro y la idea de matarle de mil maneras tortuosamente diferentes se fue disipando de mi mente.

De igual manera tenia que dormir.

-Buenos dias.-le conteste devolviendole la sonrisa.-Conseguiste matar a tus patos?-pregunte irónica y el hizo una leve mueca.

Solte una carcajada y le di un beso en la frente antes de dar mi ultimo sorbo a mi café y levantarme del taburete, pero al parecer la idea de Jace no era que me fuera ya que seguía con sus brazos en mi cintura sin separarse ni un instante de mi.

-Los niños siguen dormidos?-pregunte mientras el ocultaba su rostro en mi cuello inhalando mi olor.

Lo sentí asentir y me beso el cuello para después mirarme a mis ojos fijamente.

-Esa pregunta a sonado.-se inclino al lóbulo de mi oreja.-muy pervertida.-susurro con voz ronca, solte una leve risa y le di un golpe en el hombro.

Cazadores de sombras: ciudad de los recuerdos guardadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora