(2°)44.Ciudad de los recuerdos guardados

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Inspiraba y expiraba, a mi lado un Jace con los nervios en punta y pálido hasta los huesos, me susurraba palabras tranquilizantes mientras yo no paraba de retorcerme en la cama.

-Sabes que te amo, no?-pregunto con la voz temblando Jace, le fulmine con la mirada mientras seguía retorciéndome y soltar gemidos de dolor, pequeñas gotas de sudor me recorrían la frente hasta mis pies, las contracciones cada vez eran mas intensas y dolorosas, Dimitri nos informo que los hermanos silenciosos venían enseguida.

Odio a Jace por esto, juro que echare una maldicion sobre el.

Un nuevo gemido de dolor salio y apreté mi vientre con una mano.

-Cla-clary, y-yo so-solo.-tartamudeaba y me daban ganas de darle una bofetada para que reaccionará, YO era la embarazada, YO soy la que esta sufriendo como los mil demonios.

La puerta se abrió y Dimitri entro, tras el algunos hermanos silenciosos se hicieron presentes en la estancia, trague saliva, ahora venia lo peor.

Me despojaron de la ropa de cintura para abajo y cerre los ojos inspirando y expirando con mas fuerzas sentí mi corazon palpitaba contra mis costillas y como la sangre que circulaba por mis venas se hacia cada vez mas densa sabiendo que cuando todo esto acabe ya dejara de circular, tenia que luchar, luchar por mis hijos.

Abrir mis ojos y vi a Jace, sus hermosos ojos dorados estaban cristalizados y vi con sorpresa que algunas lagrimas se derramaban de sus ojos.

Empece a empujar, diablos esto dolía como los mil infiernos, como a podido mi madre tener a Sebastián y luego aguantar mi parto?

Aprete mis labios en una fina línea y unas lagrimas por el dolor escaparon de mis ojos mientras me aferraba a las sabanas debajo de mi, mi pecho subia y bajaba con constancia.

Sentí unas caricias en mi mejilla, Jace me estaba secando las lagrimas mientras el mismo lloraba en silencio, empuje con mas fuerza sufriendo con cada esfuerzo que mi cuerpo daba, contuve el aliento siempre viendo los ojos de Jace.

Oia los susurros de los hermanos silenciosos en mi cabeza como molestas abejas con indicaciones de que tenia que hacer, habían echado el mismo liquido de cuando me revisaron la primera vez del mismo cáliz para controlar mis acciones con mas facilez, Jace acerco su boca a mi oído y su voz temblo cuando hablo.

-Clary... te amo.-dijo con voz temblorosa acariciandome la mejilla, respire y expire intentando encontrar algún suspiro.

-Y-yo también, t-te amo Jace.-dije y en ese momento mis ojos se volvieron a cerrar instantáneamente.

*********

Una luz, mi vista se dividió en dos, no sentía mi cuerpo, mi mente estaba desconectada, no podía ver, oler y todo se volvió silencio a mi alrededor, no podía mover ninguno de mis músculos, estaba totalmente indispuesta.

La luz era anaranjada, brillante e incandescente, fuego, un fuego intenso por la mitad de mi campo visual, no podía sentir su calidez ni el olor a humo era como una imagen animada, sin poder sentir nada, solo verla.

Mi otro campo visual se lleno de una luz azulada con una sensación mas ligera, agua, agua liquida ondeando ligeramente sin poder ver la imagen al otro lado, sin la familiar sensación de humedad ni su olor, literalmente estaba totalmente estática.

Todo había acabado? Esta era la entrada de mis demonios?

No podía ser, no sentía nada pero no había ninguna luz blanca avisando que un ángel vino a recogerme de la tierra.

Ahí es cuando me di cuenta de que estaba a las puertas de mi vida, dispuestas a abrirse, estaba entre la vida y la muerte, ambas siniestramente tentadoras y peligrosas.

Cazadores de sombras: ciudad de los recuerdos guardadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora