87.Inmortalidad

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EXTRAAAA!!!!

Tu y Jonhatan sois inmortales. Aun me acuerdo de las palabras del hermano silenciosos me golpeo todo dentro de mi aun solo haber pasado dos horas, ahora estaba sentada en el sillón de el gran salón de la mansión Herondale tapada con una manta hasta la cintura y una taza de café entre mis manos, el cansancio, los recuerdos de la guerra, las ganas de estar con mis amigos y de hablar con Carla, la lastima de la muerte de Ana... todo se disipo al oír esas palabras, inmortales, inmortales Jace y yo lo eramos, los años no nos caerán encima, no envejeceremos, no moriremos con los años aunque nose lo que esperaba al ser cazadora de sombras, tal vez tener la oportunidad que se me ha escurrido por los dedos, en ese momento me di cuenta de que si no tuviera el poder del agua Jace seria inmortal y yo no, ese pensamiento me sacudió la mente, no quiero eso, no deseo eso, haré frente a todo lo que me venga.

La inmortalidad no es un pecado ni una maldicion es una bendición según como lo miren, lo que ocurre esque mientras vuestras runas de unión estaban activadas han estado expandiendo esa magia a los mas cercanos, es como una enfermedad que tuvo fin a su expansión cuando la runa se disipo aunque ha habido infectados, los mas cercanos, ya que Magnus Bane ya es inmortal era inmune pero todos los que no lo eran han sido afectados, mas concretamente a todos tus amigos presentes en esta sala. Dijo el hermano silencioso respecto a Simon, Alec e Izzy y senti ganas de vomitar, ellos también se habían vuelto inmortales, también les había quitado esa oportunidad, en ese momento no se como estaba hiendo por la ciudad de hueso hasta salir de ese antro, para huir de los recuerdos, de las malas noticias, de la culpabilidad, de todo aunque no podía huir de Jace que me llevo a la mansión Herondale y cuando llegue me dirigí al baño y vomite hasta que mi estomago no había absolutamente nada, recuerdo como Jace me cogía el pelo y me acariciaba la espalda, ahora estaba aquí sentada, cansada y frustrada. Observe la taza de café entre mis manos, el liquido negruzco hondeaba levemente y podía verme reflejada en el, una solitaria lágrima se derramo en el liquido humeante haciendo que pequeñas hondas aparecieran de nuevo en las que acababan de disiparse, volví a levantar mi vista y la fije en el fuego de la chimenea, las llamas color azul zafiro, rojo y amarillo se perseguían unas a otras desapareciendose en las pequeñas chispas doradas que chisporroteaban por encima de las nuevas llamas, todo estaba en un fantasmal silencio, apoye la taza de café en el brazo del sofá y me cruce de piernas en el sillón, Jace se habia ido a no se que cosa de una aspirina para neutralizar el dolor, pero el dolor mental era mas psicológico que molesto y me aturdía de sobremanera el hecho de la inmortalidad, odiaba mi lado egoísta por estar aliviada de que no fuera la única, pero mi lado realista y lógica sabia que les había arrastrado a algo que no querian. Apoye la cabeza en el respaldo, porque tiene que haber tantos embrollos? Todo era sencillo antes de esto. Compras, dibujar, clases y salir por ahí con Simon. Tengo que dejar de divagar en ese tema que nunca va ayudarme en recordarlo.
Jace apareció a mi lado, le dedique una de mis falsas sonrisas ya que no podía regalarle una que me llegara a los ojos, el pareció notarlo ya que se arrodillo frente a mi, me cogió ambas manos y me las beso haciendo que la familiar corriente eléctrica pasara por mis brazos.
-Sabes que no es culpa tuya, verdad?-me pregunto mirándome a los ojos, seguía teniendo el pelo desordenado de tanto pasarse la mano por el, odiaba que se preocupara tanto, alce la mano y fui colocando los mechones en su sitio mientras el me seguía mirando con ojos brillantes.
-Si que lo es Jace, les he arrebatado la oportunidad de poder envejecer, ya se que somos nefilims y que nuestros planes no son pasar el envejecimiento, pero ahora viviremos eternamente, ya no hay un final, quedarse congelado en el tiempo mientras todo se muere a nuestro alrededor.-le dije y deje caer la muñeca cuando había acabado de reordenarle el pelo, el me la agarro y con delicadeza entrelazo sus dedos con los mios transmitiéndome tranquilidad.
-Tu no eres la culpable de nada, mira Alec quiere estar con Magnus toda la vida y han tenido que lidiar a que no fuera así, asique has hecho feliz a Alec, de hecho cuando se entero fue directo a Magnus para abrazarlo.-dijo sonriendo ante el recuerdo de su parabatai.-Tambien digo lo mismo de Simon e Izzy, Simon no quería ser antes inmortal porque nosotros envejeceríamos y el no, se quedaría solo.-me dio un suave apretón en la mano.-Pero ahora tendrá a su lado a ti y a Izzy con el resto de nosotros, y si no hay un final, escribiremos un nuevo capitulo cada día, no dejes que esto te destrulla porque no estarás sola.-dijo y cerro los ojos para volver a abrirlos y posar su otra mano en mi mejilla.-Me tendrás a tu lado, siempre.-dice y yo sonrei agradecida mientras apoyaba mi otra mano sobre la suya.
-Gracias.-le articule con los labios y me incline para besar los suyos, el ni siquiera lo pensó y me dio un empujoncito para acabar en su regazo y me beso con ternura que se traslado a pura pasión, el me cubría la espalda con las manos y mis manos se perdieron en su mata de pelo dorada mientras presionaba mi cuerpo con el suyo, deje de besarle y apoye mi cabeza en su hombro mientras el me seguía rodeando, cerré los ojos y note como el sueño venia antes de caer en manos del morfeo.

Cazadores de sombras: ciudad de los recuerdos guardadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora