75.Saber

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Jace estaba aún en shock mirando fijamente el sitio donde hace unos segundos Jack había desaparecido, posó las manos en la mesa de la isla estupefacto con la cabeza gacha.
-Se... Se parecía tanto a...-sus palabras se desvanecieron en un susurro, estaba jadeando por el susto, volver a ver ese rostro había sido como una apuñalada en el pecho. Cerré los ojos un instante meditando lo que acababa de pasar, no sabía que decir, me acercó a Jace, llevaba puesto el pantalón de pijama y sin camiseta, tenía el rostro aturdido. Ver la reencarnación de tu padre no había podido ser agradable. Le abrace por la espalda y apoye mi frente entre sus omóplatos, entrelace mis dedos encima del torso de Jace, este cerro los ojos y buscó con urgencia mis manos y las tapó con las suyas buscando refugio, entrecerro los ojos con la vista fija en la pared.
-Fue el?-preguntó con voz ronca, yo le di un beso en el hombro.-Clary...
-Si, fue el. Es Jack pero Jace al final todo tendrá su merecido, ira a los calabozos y...
-No, no ira a los calabozos, no llegara ahí, lo mataré antes, tenlo seguro.-dijo y yo frunci el ceño y lo gire para quedar de cara a mi aunque el tenía la vista gacha.
-Eso es justo lo que quiere, siempre intentamos arreglarlo todo matando, pero hay más maneras.-dije y el cerro fuertemente los ojos.
-Funcionó con Sebastian.-dijo y me separe de el bruscamente como si me hubiera dado un empujón, entonces fue como si Jace hubiera reaccionado y la miró fijamente.
-Clary... Lo lo siento no quería que...-tartadumeaba mientras me dirigía a la salida,me gire a el.
-Si tienes razón, funcionó.-dije antes de salir de la cocina, sentí como Jace iba detrás de mi pero no acelere el paso, no estaba enfadada lo que acababa de decir era verdad, sólo tenía que hacer una cosa.
-Clary a donde vas?-me pregunto preocupado, suspire.
-Voy a mandarle un mensaje de fuego a la clave para decirles que Jack ha estado aquí y que analicen esto.-dije sacando un cacho de tela blanca, fruncio el ceño.
-Que es esto?-pregunto cogiendo la tela inspeccionandola, yo se lo volví a coger.
-Es un cacho de tela de la camiseta de Jack, que te pensabas que estaba todo el rato en mi habitación esas semanas?-dije pero sin rencor aunque un hililló ronco había acompañado esas palabras, Jace me tomo del brazo antes de girarme.
-Clary,va enserio no ha sido mi intención decir lo de Sebastian.-dijo y le di una sonrisa triste.
-Lo se pero no tienes que preocuparte, el no era realmente mi hermano por muchos esfuerzos que hiciera era malo, tu sólo has dicho lo que todo el mundo piensa y no te culpó por pensarlo.-dije y me mordí el labio, como iba a culparle por la verdad que hasta yo pensaba? El me miró muy fijamente como si no estuviera concuerdo.
-Pero yo no quiero ser todo el mundo, quiero ser tu marido.-dijo y frunci los labios, lleve una de mis manos a su cabellera y acaricie su pelo.
-Ya lo eres, no puedo y no quiero querer a nadie más que a ti.-dije, el me sonrió, pensar en Sebastian al mismo tiempo de ver a Jack había sido como sobrellevar un infarto, al verle todas las imágenes de ese mes cruzaron mi mente, se acercó más a Jace y respiró hondo.
-Vamos al Gard.-le susurré y el cerro los ojos y asintió.-Vistete, nos vamos ahora.-dije y el levantó una ceja con una sonrisa.
-A la orden.-dijo y se fue escaleras arriba, sonreí y fui a mandar un mensaje de fuego.

Cruzamos las puertas del Gard hacia el despacho de la cónsul, Jace y yo uno al lado del otro caminando firmes por el pasillo tan sólo oiendose mis tacones negros resonar en el suelo. Tanto Jace y yo íbamos completamente de negros, estuvimos frente a la puerta y Jace toco. Un ruido de un cajón cerrarse y de pasos dirigirse hacia ellos se oyó tras la puerta, se abrió y la cónsul apareció en la puerta, pareció sorprendida al vernos pero nos dejó pasar, nos sentamos en las sillas frente al despacho y la cónsul ocupó su lugar.
-Sr y Sra Herondale. A que debo vuestra grata visita?-preguntó la cónsul colocando los codos en la mesa. Me enderece recta en mi asiento con la mirada seria.
-Cónsul, hoy ha habido una hayanamiento no hace mucho en nuestra casa, de Jackson.-dijo Jace y Jia abrio los ojos de par en par mientras mantenía la mandíbula tensa.
-Y como fue eso?-preguntó horrorizada mientras pasaba la mirada de Jace a mi, decidí ir directa al grano y saque la tela blanca de mi bolsillo.
-Esto es de Jackson, el mes que estuve secuestrada pude cogerselo, sabía que lo necesitaríamos en un futuro.-dijo y Jia me miró y luego cojio la tela, abrió el cajón y cojio una carpeta con la letras J y guardó ahí la tela, luego volvió hacia nosotros.
-Muchas gracias Clarissa, esto nos servirá de mucho.-dijo la cónsul y asentí.-Me dijeron que ayer te encontraron escapando de la organización de Jackson con el menor Lightwood.-dijo la cónsul con una mirada curiosa.
-Si, es cierto, Jackson tenía a Max en ese antro lo que fueron 3 años de residencia. Me alegró que haya vuelto con su familia.-dije y Jia sonrio con suficiencia.
-Sabrás que tienes que declarar toda tu historia por el juicio de la espada.-dijo y respire hondo mientras asentia.-Sra Herondale, tiene suerte de que este si quiera viva. Ten cuidado.-dijo y asentí.
-Una cosa más cónsul.-dije y ella me miró curiosa.-Puedo ver a Sitres?-pregunte y ella sonrió.
-Cuando quiera, esta en el bosque brocellin, lo encontraréis enseguida.-dijo y sonreí, Jace y yo nos levantamos el también sonriendo y salimos al pasillo.
-Que? Tengo algo en la cara??-pregunte al ver como me miraba y el río.
-Tu sonrisa. Me gusta cuando sonríes.-dijo besando uno de mis hoyuelos y me sonroje.

Cuando ya estuvimos en el bosque Brocellin nos adentramos mas en el, el aire de olor a flores, arboles y pura naturaleza me envolvio con un olor embrigador, sonidos se arremolinaban a nuestro alrededor, sonidos de animales. Nos acercamos mas y sombras se formaban en los arboles, entorne un poco la vista y vi a Sitres tumbado bajo la sombra de un arbol lamiendose una pata. Sonrei, el practicamente me habia salvado la vida, al parecer se canso porque poso su cabeza en la calida hierba, cuando me vio me miro fijamente y solto un ronroneo, como si estando ahi le hubiera gustado, Jace estaba a mi lado sin dar credito a lo que veia.
-Al parecer lo del leon no era broma.-dijo mirando al leon que el tambien miraba a Jace, me parecio graciosa la escena, un verdadero leon rencarnado en nefilim mirando al leon. Sonrei.
-Creo que os pareceis.-dije y el me miro con una ceja alzada.
-Perdona pero yo tengo pulgares.-dijo y creo que si Sitres no se hubiera dormido le hubiera lanzado un gruñido, yo rode los ojos.
-No has encontrado un excusa mejor? Seguramente tu te rencarnarias en un leon sin problemas.-dije y el me miro horrorizado y yo rei.
-Bueno... Eso explica como lo has domado.-dijo con picardia mientras me lanzaba una sonrisa coqueta, yo le di un codazo mientras me sonrojaba.-Bueno tampoco me importa.-añadio.
-Oh por el angel Jace no puedes dejar de pensar eso?-le dije negando con la cabeza, el me repaso de arriba a abajo, llevaba unos tacones negros que me dio Izzy, unos pantalones de cuero negros ajustados y una camiseta de tirantes al igual negra. Jace sonrio.
-No, soy un hombre y un 98% de mis pensamientos es de eso.-dijo y respire hondo mientras ponia los ojos en blanco.
-Pues relaja esas ganas porque hoy no me apetece.-dije con una ingeniosa sonrisa y el alzo una ceja.
-Por el angel si pongo un poco de mi encanto seguro que cambias de idea.-dijo y solte una risotada.
-Recuerda que yo soy la domadora de leones.-le dije y rei mientras me giraba a los caballos.

Cazadores de sombras: ciudad de los recuerdos guardadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora