84.Epic war

1K 59 4
                                    

Todo el mundo de la sombras formaban un circulo en torno al consejo que hablaba en murmullos, todos estábamos armados hasta los dientes, creía que esta iba a ser la peor guerra que podria experimentar, no había un 100% de posibilidades de sobrevivir, miraba a mi parabatai, su melena castaña recogida en una coleta mientras afilaba el filo de su ultima daga antes de enfundarla y estirar sus guantes de cuero n los dedos al descubierto con solamente el dorso de la mano enfundado, sus ojos castaños brillaban en intriga y entusiasmo, Alis estaba junto a ella guardando una ballesta en la funda, ese día cualquier arma era permitible aún sin tener runas, ese era lo que caracterizaba esta guerra, pensé, no había demonios. Subterraneos, nefilims, esta pelea estaba igualada en poder y eso es lo que garantizaba la posibilidad de no sobrevivir, los ojos color verde oscuro de Alis parecían estar inyectados en sangre, estaba realmente nerviosa.
-Alis, tranquila todo saldrá bien.-dije y ella me dedico una de sus dulces sonrisas que tranquilizaba a cualquiera, en la infancia ella había sido mi mejor amiga, es mas, creía que ella iba a ser en un futuro mi parabatai pero sentia que Carla necesitaba ayuda, apoyo, que toda la luminosidad y la inocencia de esa niña desaparecida por ver imágenes que no debería haber visto en su vida.
-Queridos nefilims y subterraneos, hoy organizáremos una de las mas duras guerras desde la guerra oscura contra Sebastian y los oscurecidos, debéis recordar que aun habiendo de nuestra especie no debemos tener piedad, luchar con todas vuestras fuerzas hasta vuestra ultima gota de sangre y ser siempre conscientes de lo que tengáis alrededor, no dejéis que os derriben.-dijo Jia también preparada con su traje de combate, cerca de ella estaba Aline junto a Helen cogidas de la mano respirando hondo.-Que el grupo principal se acerquen.-dijo y mi pulso salto nerviosa, todos nos adentramos en el enorme circulo con mas personas detrás de otras haciendo toda una multitud. Gire mi vista a mis padres Julian y Erika mirándome con animo, respire hondo.
-Clarissa Herondale.-dijo Robert Lightwood con una estela en mano. Clary se alejo de su sitio al lado de Jace y se dirigió al inquisidor, tomo la estela en su palma derecha y empezó a avanzar, el circulo empezó a expandirse haciendo un camino por el que pasara Clary hacia una pared, cuando Clary estaba frente a ella suspiro y clavo la punta de la estela en el muro blanco haciendo que se estremeciera, empezó a hacer los trazos convirtiéndose en una runa que hizo que la pared hondeara haciendo que un gran agujero color azul se viera plasmado en la pared como la entrada de una cueva.
-Theresa Gray.-volvio ha decir el inquisidor y entre la multitud vio a una mujer alta y esbelta, su cabello de un castaño claro estaba recogido en un moño y sus ojos grises bailaban por la estancia hasta encontrarse ha Clary. Fue hacia ella y le dedico una sonrisa que le devolvio, introdujo su mano hasta la muñeca y vi un paisaje verde hermoso, con un lago enorme en el centro, a Theresa le brillaron los ojos de añoranza, Clary cerro los ojos en señal de calma y se adentro en el portal, suspire agarrando la mano a Cris que yacia a mi lado, el grupo se fue introduciendo dentro del portal hasta que no quedo ninguno fuera.

Cuando cruce el portal me dirigí directamente al agua que parecía totalmente hueca por dentro y sentí una incomodidad en la espalda, abrí mis ojos y vi una cueva oscura salvo por unas antorchas de luz que apenas iluminaban algo mas alla del pasillo, me levante junto a todos los demás mientras todos cogíamos un arma tensos, alarmantes. Vi como la otra multitud que había estado en el Gard iba apareciendo lentamente hasta estar todos, mi pecho subía y bajaba alterada, esto iba a ser complicado, todos tenían una arma en la mano menos los licántropos y los vampiros que su mismo cuerpo se consideraba un arma. Clary cerro los ojos para poder recordar el mapa que había memorizado.
-Estamos en el pasillo 9, uno de los mas apartados, podría considerase como una de sus trasteros de guerra o un lugar de refugio.-dijo Clary agarrando firmemente a Heosphoros.
-O... para recibir visitas.-dijo alguien, toda la multitud se giro para ver a otra multitud de nefilims y subterráneos sonriendo ingeniosos, en cabeza lo dirigía un hombre lobo bastante corpulento con una gran cicatriz en el cuello, era una trampa, esto era malo, muy malo. De inmediato todos nos pusimos alertas dispuestos a atacar justo antes de que se organice el desastre, el otro grupo se abalanzó literalmente hacia nosotros y reaccionamos en seguida, todo se convirtió en sangre, choque de armas, disparos y gritos con solo una meta, ganar, y eso es lo que haríamos ganaremos.

Cazadores de sombras: ciudad de los recuerdos guardadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora