La niña de ojos grises entró por segunda vez en el día en el despacho de la directora del orfanato. Su vista se clavó al instante en un curioso hombre de traje desgastado y aspecto enfermizo.
—Este es el señor Remus Lupin—explicó la mujer con algo de escepticismo en su tono—. Al parecer, Black, tiene usted ciertos familiares lejanos que quieren llevarla a vivir con ellos. Ha sido aceptada en un importante colegio a las afueras de Londres al que quieren que asista.
Amelia no hizo más que observar con mayor curiosidad al hombre de cabello castaño, que se había puesto de pie nada más verla entrar y ahora le sonreía con amabilidad.
Familia. ¿Tenía realmente familia? ¿Y por qué aparecían ahora?
—Eso es—reafirmó lo dicho por la anciana—. Es un placer conocerte, Amelia. Vengo en representación de tus tíos y del director del colegio de ma... Quiero decir del colegio de ma-mayor importancia del país. Hogwarts. Él y la familia Tonks son muy cercanos y desean que Amelia acuda al colegio. Verá, la señorita Black está inscrita en Hogwarts desde su nacimiento. Toda su familia ha asistido y por lo tanto tiene el derecho indiscutible de ir si es ese su deseo.
—Es curioso—dijo la severa directora Pemberton sentándose en su escritorio—. Jamás he oído hablar de tal institución. Si es tan famosa...
—Bueno, me temo que solo unos pocos privilegiados tienen el honor de asistir a ese lugar, por lo que no es demasiado conocida—explicó con cierto nerviosismo el desconocido.
La mujer observó a Amelia con severidad.
—Por favor, Black. Espera afuera para que pueda terminar de hablar con el señor Lupin.
—Pero...
—¡Ahora Amelia!
A regañadientes, la niña abandonó el despacho. Aunque se quedó junto a la puerta. Si era cierto que la habían aceptado en ese colegio de estirados esa podías ser su oportunidad para salir de ese lugar. Y si tenía familia... Quizás podría averiguar algo sobre sus padres.
—Sus notas... No son ejemplares—oyó decir a la directora, completamente desconfiada pero con prudencia. La pelinegra estaba segura de que la anciana Pemberton también estaba deseando sacarla de Radcliffe y librarse de ella desde hacía mucho tiempo—. Y su comportamiento tampoco es el mejor. De hecho, siempre anda metiéndose en problemas. Hace unos minutos acaba de golpear a un par de compañeros.
La niña sintió su rostro hervir de indignación. La mayoría de las veces no era su culpa. Ella solo se defendía. Esos niños se metían con ella recordándole sus muchas humillaciones. Tuvo que morderse la lengua para no soltar ninguna barbaridad. Ya que quería librarse de ella al menos podría dejar de hablar de ella como si fuera un pequeño diablillo.
—Oh, pero estamos seguros de que lo hará maravillosamente. Y seguro que su comportamiento mejorará. Es una institución espléndida en la que le prestarán la atención que necesite.
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El secreto de Amelia Black
FanfictionAmelia Black ha vivido toda su vida sabiendo que era diferente. Nunca supo el porqué ni el cómo pero sabía que era distinta. Lo que nunca pudo imaginar fue lo que era. Una escuela de magia y hechicería, magos, varitas y escobas. Todo parece encaj...