Capítulo 12.

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Amelia se aseguró de que sus compañeras de cuarto estuvieran dormidas antes de encender su varita debajo de la cama y rebuscar entre su mochila un par de papeles arrugados

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Amelia se aseguró de que sus compañeras de cuarto estuvieran dormidas antes de encender su varita debajo de la cama y rebuscar entre su mochila un par de papeles arrugados. Los alisó un poco con la mano. En una de las páginas, una ilustración de un colgante de rubí, el suyo.

"Rubí de sangre. Este raro artículo de precio incalculable fue encontrado en Francia, en una excavación a finales de 1950. Se desconoce su origen exacto, pero generaciones de retratos familiares y otros archivos reconocen el objeto como una reliquia familiar que ha pertenecido a la casa Whitemore al menos desde 1757 y hasta su pérdida en algún punto del siglo XIX".

Para su alivio, había conseguido arrancar la página antes de que Umbridge le requisase el libro en clase. No solo nunca había recuperado la información (Umbridge jamás le devolvería el libro), sino que habría descubierto que su colgante era un artículo de hechizado con artes oscuras.

La joya rodó entre coleccionistas y subastas durante años y hasta 1959, cuando Cassiopeia Black, entonces dueña del rubí, lo donó a la familia Whitemore en conmemoración al nacimiento de la hija del cabeza de familia Edward Whitemore y su esposa Adara Whitemore. Si bien se trata principalmente de una joya, el trabajo de orfebrería del soporte de la gema es meticuloso..."

Amelia se saltó un par de lineas, que solo se referían a la descripción física del colgante.

"Se desconoce el fin o funcionamiento exacto de la maldición con la que fue hechizado, pero se trata de un objeto de poder incalculable, al funcionar como recipiente de magia oscura".

Amelia tomó el colgante en una mano y lo observó. Nunca le había parecido tan pesado como en ese momento.

Recipiente... ¿Era así como funcionaba? Cuando sus poderes se manifestaban... No la retenía. Su magia simplemente era contenida en esa pequeña gema de rubí. ¿Y luego? ¿Qué pasaba con toda esa magia?

Se dejó caer sombre la cama, boca arriba. Cada vez que averiguaba algo nuevo tenía más preguntas.

✧✧✧

Hermione no volvió a mencionar su idea de que Harry les enseñara Defensa Contra las Artes Oscuras hasta al cabo de dos semanas, cuando Harry y Amelia ya habían terminado los castigos con la profesora Umbridge. Volvió a abordar el asunto durante una tarde de finales de septiembre, cuando estaban sentados en la biblioteca buscando ingredientes de pociones para un trabajo que les había encargado Snape.

Sacó el tema con cuidado, temiendo la reacción del pelinegro. Harry no contestó enseguida. Lo cierto era que durante aquellas dos semanas había reflexionado mucho sobre aquel tema. A veces le parecía una idea descabellada, como le había parecido la noche que Hermione se la propuso, pero otras se sorprendía a sí mismo pensando en los hechizos que más le habían servido en sus diversos enfrentamientos con mortífagos y criaturas tenebrosas; y no sólo eso, a veces se sorprendía a sí mismo planeando inconscientemente las clases...

El secreto de Amelia BlackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora