Capítulo 2.

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Después de aquel recibimiento lleno de lágrimas de alivio y consuelo, todos se sentaron a desayunar, ya más animados y poniéndose al día

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Después de aquel recibimiento lleno de lágrimas de alivio y consuelo, todos se sentaron a desayunar, ya más animados y poniéndose al día.

Amelia, que se sentó entre su prima y su mejor amiga, no dudó en preguntarle a la de cabello rosa chicle lo que había estado rondándole la cabeza durante toda la mañana:

—Tonks, ¿dónde están tía Andrómeda y tío Ted? —dijo para que solo ella lo oyera.

—Mamá fue a comprar provisiones. Ya sabes, comida, medicina, todo lo que podamos necesitar. Varios van una vez por semana —explicó, llevándose a la boca una tostada con mermelada—. Papá está trabajando. No ha querido dejar de asistir. Como trabaja en el Ministerio, puede conseguir información más fácilmente para la Orden. Tiene vigilancia, claro. Dumbledore no puede arriesgarse a que intenten acceder a ti a través de la familia.

—Con la Orden te refieres a la Orden del Fénix, ¿verdad? Este es el cuartel general —Tonks asintió—. Pero... ¿Qué es, exactamente?

—Es... Como una sociedad secreta. La dirige Dumbledore; él fue quien la fundó. Se creó para luchar contra Quien-tú-sabes la última vez y ahora que ha vuelto, se ha vuelto a reunir.

—¿Y todos aquí forman parte?

—Bueno, los mayores, claro —dijo Tonks, orgullosa de ser parte de aquello. Sin embargo, perdió toda la credibilidad en el momento en que se derramó todo el té encima.

Amelia rió, su prima no cambiaría nunca.

—¿Y por qué aquí? Para empezar... ¿Es esta la casa de tus padres? —se dirigió a Sirius.

Su padre asintió.

—Me crié aquí. Un sitio horrible y oscuro —hizo una mueca de desagrado—. Como soy el último con mi apellido, a parte de ti, claro, la heredé. Y cuando Dumbledore dijo que necesitaba un lugar no dudé en ofrecerlo. Bueno, es lo único útil que he podido hacer en el último mes —dijo con disgusto.

—¿Y Harry? —recordó la niña—. Antes estaban hablando de él. ¿Qué ha pasado?

Sirius se frotó el tabique de la nariz, notablemente disgustado.

—Bueno, al parecer no eres a la única a la que han atacado. A él y a su primo muggle. Anoche. Nos llegó la noticia esta mañana. El ministerio querrá expulsarlo por usar la magia.

—¿Qué? Eso no es justo —bufó—. Además, ¿no debería estar aquí? Está en peligro, hay que...

—Va a haber una vista por lo de la expulsión —la tranquilizó Remus—. Dumbledore no permitirá que lo expulsen. En cuanto al peligro, Dumbledore ha multiplicado la seguridad y está preparando todo para que vayamos a buscarlo la semana que viene. Se quedará aquí lo que queda de verano para mayor seguridad. Debemos esperar. Estamos preparando todos los detalles y...

El secreto de Amelia BlackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora