Capítulo 6.

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Cuando llegaron al otro lado del lago, el hombre que les hacía de guía alzó la voz entre los comentarios de los niños

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Cuando llegaron al otro lado del lago, el hombre que les hacía de guía alzó la voz entre los comentarios de los niños.

—¡Eh, tú, el de allí! ¿Es éste tu sapo? —dijo mientras vigilaba a los que bajaban de los botes.

—¡Trevor! —gritó Neville, corriendo hasta su mascota.

Amelia dio un paso atrás al ver al sapo a pocos metros de ella.

Hagrid, que así oyó que se llamaba el enorme hombre, los llevó hasta el castillo y desde allí una mujer de aspecto serio los condujo a una pequeña habitación vacía, fuera del vestíbulo. Allí, esta se presentó como la profesora McGonagall y les explicó que a continuación serían seleccionados para sus respectivas casas en el Gran Comedor.

—La Selección es una ceremonia muy importante porque, mientras estén aquí, sus casas serán como su familia en Hogwarts. Tendrán clases con el resto de la casa que les toque, dormirán en los dormitorios de sus casas y pasarán el tiempo libre en la sala común de la casa. Las cuatro casas...

Siguió dando algunas indicaciones hasta que finalmente salió de la sala para volver después de un rato y pedirles que se pusieran en fila y la siguieran al Gran Comedor.

Amelia sentía el estomago revuelto por los nervios mientras avanzaba por la sala y esperaba indicaciones. Tanto que apenas reparó en el techo estrellado y las velas flotantes. Apenas hizo caso siquiera al sombrero parlante que cantaba una cancioncilla de bienvenida para los presentes. En cuanto terminó todos aplaudieron haciendo que la niña se sobresaltase una vez más. Estaba demasiado distraída y nerviosa pensando en qué casa estaría.

La profesora McGonagall se adelantó hasta llegar al sombrero viejo y en punta, que estaba posado en un taburete a la vista de todos, y desenrolló un gran pergamino.

—Cuando yo los llame, deberán ponerse el sombrero y sentarse en el taburete para que los seleccionen —dijo—. ¡Abbott, Hannah!

Empezó a nombrar alumnos hasta que llegó el turno de Amelia.

—¡Black, Amelia!

La mencionada notó que la mayoría de los profesores la observaban sorprendidos.

Con las manos temblando, la niña comenzó a avanzar. Respiró hondo antes de sentarse, negándose a mostrar su nerviosismo e inseguridad ante todo el colegio. Como le habían indicado, se puso el sombrero y se sentó. Al instante su vista se vio cubierta por el sombrero, que le quedaba enorme.

—Mmm —dijo una vocecita en su oreja—. Amelia Black. Hija de Sirius Black. Difícil. Muy difícil. Llena de valor, lo veo. Una mente muy capaz también. Hay talento, mucho talento, y una buena disposición para probarse a sí misma. Interesante... Toda tu familia a pertenecido a Slytherin, está en tu sangre. Pero, ah, tu padre decidió revelarse. Era valeroso, si. Tenía buenas cualidades para Gryffindor y es donde me pidió que lo pusiera.

El secreto de Amelia BlackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora