Capítulo dedicado a Elianbm7 . ¡Espero que hayas tenido un muy feliz cumpleaños!
Durante los días siguientes todos los alumnos fueron escoltados por los profesores a todas las clases y al comedor. Nadie podía andar solo por los pasillos y Amelia no había tenido ninguna oportunidad para tratar de destruir el diario de Tom Riddle. Esto la podía de los nervios. No dormía por las noches, apenas probaba bocado y cada día se sentía más vacía, más enferma y sin ganas de vivir. Las cosas no podían ir peor.
Tenía que encontrar el modo de escabullirse y destruir esa cosa que le estaba absorbido el alma pero era prácticamente imposible. No tenían ni un respiro.
—¿Estás segura de que no quieres que lo guarde yo hasta que tengamos la oportunidad de deshacernos de él?—dijo Draco en clase de pociones, mientras terminaban con la tarea que Snape les había mandado.
Amelia asintió.
—Es mejor así. No me lo perdonaría si Riddle ataca a través de ti. No quiero que te impliques más de lo necesario.
Al terminar la clase se dirigió con Ron y Harry al Gran Comedor. Ahora volvían a ser amigos pero Amelia seguía tratando de mantenerse al margen de todo lo que hacían. Los acompañaba de vez en cuando y estudiaban juntos pero ella apenas parecía presente, siempre absorta en sus pensamientos, distraída con sus problemas.
Harry y Ron le habían explicado lo que el diario le había mostrado a Harry sobre la culpabilidad de Hagrid, al que se habían llevado a Azkaban poco después. Enseguida la niña se había dado cuanta de que todo era una trampa de Riddle para desviar la atención. Hagrid jamás haría algo así. Pero no podía decirles a sus amigos lo que sabía del diario porque tendría que contarles todo lo que había hecho. Aun así, en cuanto le dijeron que esa noche saldrían a seguir a las arañas, que últimamente actuaban de modo extraño y a las que Hagrid les había pedido que siguieran, vio su oportunidad.
—¿Segura que no vendrás con nosotros?—insistió Harry.
Amelia negó con la cabeza.
—No me gustan las arañas—hizo una mueca.
—Oh, ¿así que ella puede quedarse pero yo no?—protestó Ron—. ¡Odio las arañas!
Harry no hizo caso a Ron y lo arrastró hasta la salida, con su capa invisible en la mano.
—Espera, Harry—lo detuvo Amelia—. ¿Les importa si voy con ustedes hasta la salida? Me dejé la tarea de astronomía en el la torre y no la he terminado. Nadie me dejará ir a buscarla.
—Claro, vamos.
Así, Amelia fue con Harry y Ron hasta cierto punto del castillo y luego siguió sola, ocultándose entre las sombras y procurando que nadie la viera.
Le costo horrores no ser descubierta. A cada esquina que cruzaba se encontraba con un profesor inspeccionando. Por suerte, los cuadros, que se quejaban de que no los dejaban dormir con la luz de las varitas, alertaban a la niña de que había alguien cerca.
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El secreto de Amelia Black
FanfictionAmelia Black ha vivido toda su vida sabiendo que era diferente. Nunca supo el porqué ni el cómo pero sabía que era distinta. Lo que nunca pudo imaginar fue lo que era. Una escuela de magia y hechicería, magos, varitas y escobas. Todo parece encaj...