Un trato, parte 2
Laura estaba sentada en su cama con la mirada perdida en el suelo, cuando una de sus compañeras con quien compartía habitación salió del baño.
—¿No irás a clases? —le preguntó Sophie al verla aún en pijama.
—No —respondió Laura.
—¿Y por qué? ¿Te sientes mal?
—No, yo, hum... No hice la tarea— mintió.
Sophie la miró raro pero no insistió, tomó su mochila y se marchó a clases.
Laura se quedó allí y no se movió por largos minutos. Ese día se cumplía una semana sin que Fred le hiciera ninguna broma; de hecho ni siquiera le había hablado desde que hicieron ese estúpido trato, pero sí la miraba en todo momento: en las clases, el gran comedor y también cuando se encontraban en los pasillos, y ya comenzaba a incomodarla.
Fred ya había cumplido con su parte del trato: una semana sin bromas. Ahora le tocaba a Laura cumplir con lo suyo: un beso; pero no estaba lista para besar al chico que más dolores de cabeza le había dado en todos sus años en Hogwarts. ¿La solución? Quedarse en su habitación hasta que terminara el año escolar.
¿A quién engañaba? Eso no era una solución. Se vistió con rapidez, tomó sus cosas y se marchó a clases. La solución definitiva sería darle un corto beso a Fred en la mejilla, ya que él no había especificado dónde debía ser el beso exactamente. ¿Y con respecto a esa salida a Hogsmeade? Le diría que no le gustó el beso y punto. Luego podrían volver a odiarse como siempre.
Iba tan envuelta en sus pensamientos, que cuando salió de su sala común no se fijó en que había un chico pelirrojo esperándola hasta que casi chocó con él.
—Laura.
—¡Fred! —exclamó la chica—. Quiero decir... Weasley —se aclaró la garganta con nerviosismo—. ¿Qué haces aquí?
—Estaba esperándote —respondió él con una sonrisa—. ¿No pensabas ir a clases, acaso?
—Me quedé dormida —Laura comenzó a caminar, pero antes de llegar a la esquina del pasillo, Fred la detuvo—. ¿Qué quieres, Weasley?
—Mi beso.
—Bien, cuanto antes mejor.
Laura se acercó, tomó la cara de Fred en sus manos y la giró, dándole un rápido beso en la mejilla; luego se apartó.
Fred la miró evidentemente decepcionado.
—¿Qué? —le espetó ella—. Nunca mencionaste dónde debía besarte.
—¿Qué se supone que debía decirte, en los pies? —replicó Fred—. Era obvio que quería un beso en la boca, Bagman. Quería sentir tus labios.
Laura se sonrojó tanto, que sus mejillas estaban casi del color del cabello de Fred.
—Pues... debiste especificar. No soy adivina.
—Para que veas que soy bueno y generoso, tienes una segunda oportunidad —dijo Fred de forma seria—. Puedes volver a besarme.
—Paso —dijo ella intentando alejarse, pero el pelirrojo la tomó de la cintura y la pegó a la pared, dejándola encerrada entre la fría piedra y su cuerpo... no tan frío—. ¿Q... qué haces...? —estaba más que nerviosa.
—Cobrando mi parte del trato, linda. Tú relájate.
Fred le tomó la cara con brusquedad, y Laura cerró los ojos esperando un beso rudo, pero se sorprendió cuando los labios de Fred apenas rozaron los suyos, casi acariciándolos. Fred quitó sus manos de la cara de Laura cuando comprobó que la chica no escaparía, y las posó en su cintura de forma suave, abrazándola y profundizando el beso. Laura se puso de puntitas para un mayor alcance y se dejó llevar, poniendo sus manos en el pecho de Fred pero sin alejarlo; no quería alejarlo.
Estuvieron minutos así, apenas deteniéndose para tomar aire y luego volviendo a unir sus labios, en un beso que comenzó suave y terminó dejándolos a ambos jadeando... y queriendo más.
Cuando al fin se detuvieron, la expresión de sorpresa de Laura contrastaba con la de satisfacción de Fred. Recién entonces ella notó lo apuesto que era el pelirrojo, con sus ojos marrones brillantes y sus miles de pecas, sin mencionar esa sonrisa picarona que denotaba cuánto había disfrutado de aquel momento.
—Si yo no hubiese salido, ¿te habrías quedado todo el día aquí esperando?— preguntó Laura.
—Sí —sonrió Fred—, aunque probablemente me las habría arreglado para entrar ilegalmente y robarte un beso de todos modos. Lo vales.
La chica sintió sus mejillas arder nuevamente.
—Laura, yo...
—Yo también, Fred. Lo admito.
Sonrieron.
—Entonces, señorita, ¿nos vemos el sábado en el vestíbulo para irnos juntos a Hogsmeade?
—El sábado es 14 de Febrero —recordó Laura.
—Nuestra primera cita y en el día de los enamorados. ¿Qué dices?
—Será un placer.
FIN
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One-Shots • Harry Potter saga || Libro #1
Fanfiction¡OneShots y mini series de diferentes personajes de la saga de Harry Potter! Las distintas historias de este libro cuentan con protagonistas con nombres específicos; no utilizo "(T/N)" ni "_____". #42 - historiacorta 07/Nov/2019 Todos los derechos a...