One-Shots • Harry Potter saga || Libro #1

25- James Potter

Un adiós apropiado

LOUISSE

Me dejo caer con cansancio sobre el sofá de mi departamento luego de un duro día de trabajo, mi mochila cae al suelo, junto a mi varita y mis llaves.

Ser auror en estos tiempos es difícil. No sabes en quién confiar, las lealtades son puestas a prueba porque los mortífagos se esconden tras quien menos lo piensas. 

Y así es como me quedo un largo rato en la misma posición, sumida en mis pensamientos...

Pensando en él... 

—¿Por qué me sigue doliendo, James?

Mis ojos se llenan de lágrimas a medida que recuerdo al chico de cabello negro y ojos marrones de quién siempre he estado enamorada. 

James no fue un amor imposible. Estuvimos juntos un tiempo en Hogwarts, fuimos novios, fuimos felices y estuvimos bien.

Hasta que Lily Evans, en séptimo año, decidió que ya no lo odiaba y que le daría una oportunidad.

Y James me botó.

Terminó conmigo y me sacó de su vida como si fuese desechable. Eso me dolió y me lastimó tanto que me cambió.

Antes de eso, quería ser medimaga y trabajar en San Mungo para ayudar a las personas; en lugar de eso me convertí en auror, la mejor de mi generación, y gracias a mi trabajo logro desquitar mi rabia y dolor en quienes lo merecen.

Ahora James y Lily están casados, tienen un hijo precioso que es el vivo retrato de James y son felices a pesar de todo lo que está ocurriendo en el mundo mágico.

Me gustaría decir que no soy egoísta, que me alegro por ellos, que si él es feliz yo también lo soy, pero esa mierda no es real. No puedo alegrarme de que James sea feliz con la chica que lo alejó de mí.

De pronto, la puerta de mi departamento se sacude por fuertes golpes.

—¿Lou? Lou, si estás ahí por favor ábreme...

No puede ser.

—¡¿James?!

Extrañada y alerta, me apresuro a abrir la puerta con mi varita en la mano, y sólo me encuentro el pasillo vacío.

—¿Pero qué...?

—Soy yo... —algo invisible con la voz de James me hace entrar al departamento y cierra la puerta. Acto seguido, James aparece bajo su capa de invisibilidad.

Debí recordar que es dueño de tan extraño objeto.

—¿Pero qué rayos haces aquí?

—Salí a comprar y unos mortífagos me siguieron. No podía volver a casa.

—Espera, espera. ¿Estás diciendo que los trajiste hacia acá?

—No, no creo que...

—¡Oh, por Merlín! ¿No te cansas de hacerme daño? —comienzo a empujarlo hacia la puerta sintiendo un nudo en mi garganta—. ¿Y si descubren que vivo acá? ¿Y si me matan al saber que soy una auror? No te importaría, ¿verdad? ¡Claro! ¡Que maten a la ingenua de Louisse, lo único que importa es que la perra de Lily esté a salvo!

—Lou, por favor no exageres y déjame... 

—¡Vete, James! Sólo vete, maldición. Años sin vernos y me buscas sólo para ponerme en peligro...

—¡Era broma! Joder, no recordaba que fueses tan dramática.

—¿Qu-qué broma...?

—Nadie me siguió. Pero si me presentaba en tu puerta sólo diciendo que quería hablar, no te dignarías a recibirme.