44.1- Draco Malfoy

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El Gran Comedor de Hogwarts recibió a los alumnos -nuevos y antiguos- lleno de cientos de velas flotantes y luces. Lucía... más que mágico, y por un momento Rachel olvidó que aquel lugar había sido el centro mismo de la batalla.

Ella, Hermione y Ginny tomaron asiento en la mesa de Gryffindor junto a otros amigos y comenzaron a conversar mientras los alumnos de primer año entraban para asistir a la ceremonia de selección. Rachel notó algunas caras nuevas en la mesa de profesores, donde la directora McGonagall ocupaba el asiento de oro que tantos años usó Dumbledore. "Lo hará bien" pensó Rachel.

Luego de que todos los estudiantes fuesen seleccionados, McGonagall se puso de pie y habló.

—Bienvenidos a un nuevo año en Hogwarts. Sería absurdo e irrespetuoso ignorar los hechos ocurridos en este lugar hace unos meses. La guerra mágica terminó llevándose a muchos de nuestros amigos y familiares —Rachel apretó la mano de Ginny bajo la mesa—, pero nosotros seguimos aquí... —la directora pareció quebrarse por un momento, le flaqueó la voz y tardó varios segundos en recomponerse, segundos necesarios para que un niño pequeño, de los que recién había sido seleccionado a Gryffindor, comenzara a llorar. Rachel estuvo a punto de levantarse y abrazarlo, pero otra chica que estaba junto a él se adelantó y lo consoló—. Y no permitiremos que el mundo mágico vuelva a caer. Continuaremos sembrando el respeto en nuestros estudiantes, la igualdad y el compañerismo, así como recordaremos a cada uno de los que ya no están.

Hubo un involuntario minuto de silencio. Nadie se movió, nadie sonrió. Ni siquiera los de Slytherin. Y Rachel entendió entonces que la guerra había dejado consecuencias y había tocado el corazón hasta de los más orgullosos.

—Ahora, me gustaría decirle a los alumnos de primer año y recordarle a los demás, que los terrenos del bosque alrededor del castillo están prohibidos, así como también salir de noche al exterior. Y quiero darle la bienvenida al profesor Evan Brown, que impartirá la clase de Defensa contra las Artes Oscuras.

Un hombre muy joven, rubio y de ojos claros se puso de pie y les dedicó a todos una agradable y cálida sonrisa. Era muy guapo, no pasaba de los veinticinco años y la mitad de la población femenina se encontró suspirando, devolviéndole el saludo.

Menos Rachel, ella estaba muy ocupada sonriendo con satisfacción mientras veía a Pansy Parkinson en la mesa de Slytherin con unos cuantos golpes en el rostro.

Luego de la cena, Rachel y Ginny esperaron a que Hermione, como prefecta, reuniese a los niños de primer año para llevarlos a la sala común. Pero la directora se acercó a Rachel y le pidió que la acompañara.

El despacho seguía igual a como Rachel lo recordaba de las pocas veces que había entrado allí. Los retratos de los antiguos directores la saludaron con cordialidad, pero ella sólo se fijó en uno: Dumbledore.

—Buenas noches, Rachel.

—Bu-buenas noches, profesor... —un sentimiento de nostalgia se apoderó de ella, pero le sonrió, y también le sonrió a otro retrato colgado junto al de Dumbledore: Snape—. ¿No va a saludarme, profesor?

—Nunca fuiste particularmente buena en pociones, Weasley —murmuró Snape con su expresión gélida—. Me alegra verte. 

Ella no contestó y esperó a que la directora se sentara al otro lado del despacho.

—Rachel. Imagino que ya sabes de qué quiero hablarte.

—Parkinson.

—Exacto. Ella me contó una versión bastante... tergiversada de los hechos. Quiero saber la tuya.

—Estaba a punto de subir a una carroza luego de bajar del tren y ella habló. Ella... se burló de la muerte de Fred y reaccioné. La tiré al suelo y la golpeé. ¿Que si quería hacerle daño y sacarle los ojos? Claro que quería y lo admito. Sé que mi comportamiento no fue el correcto pero si ella se atreve a volver a burlarse de algo así no dudaré en... —apretó los puños para controlarse—, darle su merecido.

One-Shots • Harry Potter saga || Libro #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora