One-Shots • Harry Potter saga || Libro #1

18.10- Draco Malfoy

¡¡PENÚLTIMO CAPÍTULO!!
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Draco sentía sus ojos hinchados y pesados, producto de horas llorando. Tenía una presión constante en el pecho que a ratos le impedía respirar con normalidad, y la rabia y la impotencia lo consumían mientras veía el cuerpo inerte y frío de Scorpius recostado en una camilla insípda. 

—Por favor, despierta —susurraba April sin dejar de llorar, tomando la mano de Scorpius y apretándola—. Hermanito, despierta...

April había escuchado, por accidente, que los aurores habían encontrado a Scorpius e insistió en verlo hasta que logró convencer a Harry y  Draco. Se había mantenido increíblemente tranquila, hasta que vio el cuerpo de su hermano y entendió que era verdad:

Scorpius estaba muerto. 

El resto de las horas no habían logrado que April se despegara de Scorpius, continuaba hablándole, pidiéndole que despertara, lo cual le partía aún más el corazón a Draco. 

—Malfoy... —Harry le habló con tranquilidad, poniéndole una mano en el hombro y sentándose a su lado—, tu esposa está afuera gritando histérica, quiere ver a Scorpius. 

—Que se joda. Ella no tiene derecho. 

—Legalmente es su madre. 

—Pero yo soy el padre y no autorizo que ella se acerque al cuerpo de mi hijo. Con una simple prueba de ADN descubrirán que Astoria no es la madre de Scorpius y no tendrá derechos ni para cagarse de rabia. 

—Lenguaje —murmuró Harry. 

—¿De qué hablas, papá? —preguntó April con la voz temblorosa. 

Draco y Harry se removieron incómodos. El rubio iba a hablar, cuando la puerta se abrió. 

—Deberíamos volver a la búsqueda —dijo Jake entrando en la pequeña habitación. Tenía plasmada una expresión de culpa que nadie había podido descifrar, y Draco seguía sospechando que algo les ocultaba. 

—Hija, vamos, te llevaré a...

—¡No dejaré sólo a mi hermano!

—Está bien, April, quédate con él. Tus tías Ginny y Hermione están afuera —dijo Harry. 

Los hombres salieron de la habitación dejando a April sola por varios minutos, hasta que entró Albus. 

El pequeño Potter se sentó junto a su prima y le tomó la mano. No solían ser muy afectivos incluso aunque se habían criado como hermanos, pero se querían, y en momentos así estaban el uno para el otro sin importar qué. 

—No puedo creerlo —murmuró Albus con voz acongojada—. Todo lo que está pasando es tan... ¡No puede ser! Tía Han desaparecida, Scorpius muerto...

April se cubrió la cara con las manos y lloró con fuerza. 

—Lo siento, se supone que entré a consolarte, pero sabes que no sirvo mucho para eso. 

—Mi mamá tiene que aparecer. Ella tiene que aparecer, Al... 

April volvió a mirar el cuerpo de su hermano, y como si se tratase de alguna alucinación, notó que uno de los dedos de su mano se sacudía por un leve y casi imperceptible temblor. 

—Al... Albus... ¿Viste eso?

—¿Ver qué? 

—Scorpius, está... moviéndose...