18.1- Draco Malfoy

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NOTA: Creo que esta historia da para mucho más que un one-shot, ya sea de dos o tres partes, pero debido a que no dispongo del tiempo, no la convertiré en un fanfic largo sino en una mini serie que publicaré en éste mismo libro y que espero, no tenga más de diez capítulos. Este es el segundo. 

No dejaré de publicar One-Shots de otros personajes, no se preocupen.  

¡Disfruten la lectura!

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April, Albus y Rose caminaban por los pasillos del tren en busca de un compartimento donde sentarse.

—Todos están llenos —murmuró Albus mientras avanzaban.

Continuaron buscando un lugar y casi al final del tren, April abrió la puerta de un compartimento en el que sólo había un niño rubio sentado, completamente solo y con la mirada fija en el paisaje que se divisaba a través de la ventana.

—¡Hola!

—¡Hola! —saludó Scorpius.

—¿Te importa si nos sentamos contigo? Está todo lleno.

—Claro que no —sonrió el rubio, feliz de que alguien le hablase.

April, Albus y Rose entraron y tomaron asiento. Albus se sentó junto a Scorpius y las dos niñas frente a ellos.

—¿Cómo te llamas? —le preguntó Rose a Scorpius.

—Soy Scorpius. Scorpius Malfoy.

Los tres primos se miraron con curiosidad, pero a la única que pareció molestarle, fué a Rose, que se levantó dando una excusa tonta y se marchó.

—Discúlpala, está nerviosa —dijo April moviendo la cabeza—. Yo soy April. April Peverell.

—¿April Peverell? —repitió Scorpius mirándola con asombro—. ¿Eres familia de Hannah Peverell, la heroína de guerra?

—Sí, es mi madre —dijo la rubia con orgullo—. Anda, Al, preséntate.

—Yo soy Albus Potter. Y antes de que preguntes, sí, Harry Potter es mi padre.

—¡Wow! —exclamó Scorpius—. He escuchado y leído mucho sobre sus padres en varios periódicos y libros. La verdad... en mi casa no se habla mucho de la guerra... ¡pero sus padres son unos verdaderos héroes!

April también había escuchado a sus vecinos comentar algunas historias sobre los Malfoy, aunque no estaba segura de nada, ya que ese apellido parecía ser tabú en su familia.

Pero Scorpius era un niño muy amable y ni April ni Albus lo juzgaron.

—¿Quieren? —preguntó el rubio sacando la bolsita de golosinas de su traje.

—¡Son mis favoritas! —exclamó April, aceptando de inmediato las golosinas.

—También las mías. Mi madre me las dió antes de subir al tren.

—Oh... —dijo Albus mirando las golosinas y luego a su prima—, Bueno, April, tendrás que comerlas sin café.

Scorpius se atragantó y miró a la rubia frente a ellos.

—¿Le echas golosinas al café?

—Sí —respondió April con una sonrisa—. Mi madre dice que es asqueroso, y no lo hago siempre, pero...

—¡Yo también lo hago! —exclamó Scorpius.

Albus miraba a ambos rubios con una mezcla de extrañeza y confusión. Echarle golosinas al café no era una práctica muy común, pero allí estaba él, junto a dos niños que sí lo hacían.

One-Shots • Harry Potter saga || Libro #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora