Daniela entró a la habitación de su hijo mayor y lo encontró sentado en el marco de la ventana, admirando el cielo estrellado.
—Luke, hijo, podrías pescar un resfriado ahí.
Luke Black tenía ya trece años. era alto, delgado y tenía el mismo cabello negro rizado y los ojos grises de Sirius. Era su vivo retrato.
—Lo sé, sólo... me gusta mirar las estrellas. ¿La pequeña cucaracha ya se durmió?
—No le digas así, es tu hermana. Pero sí, ya se durmió. Está muy nerviosa porque este será su primer año en Hogwarts. La cuidarás, ¿verdad?
—Claro que sí. Soy el hombre de la casa —Luke sonrió orgulloso y Daniela sintió que su pecho se oprimía con nostalgia.
De pronto, sobre el hombro de su hijo y a través de la ventana, vio la silueta de un gran perro negro, sentado en el jardín y mirándolos fijamente.
—Luke... ve a la habitación de tu hermana y enciérrate allí con ella. No abras la puerta hasta que yo vaya, ¿entendido?
—Mamá, ¿qué...?
—Hazme caso, Luke. Ahora.
El niño, confundido, hizo lo que Daniela le decía. Ella bajó al primer piso de la casa, hasta la cocina, y con la varita en la mano salió al jardín.
—¿S-Sirius? —tartamudeó hacia ese conocido perro negro que la miraba con la cabeza ladeada.
El perro se levantó y comenzó a caminar hacia ella, al mismo tiempo que se transformaba en un hombre vestido con harapos, cabello largo y barba abundante. Estaba muy delgado, tenía ojeras y sus ojos habían perdido el brillo que los caracterizaba en su juventud.
Daniela, luego de tantos años, vio al hombre que amaba frente a ella y no lo reconoció. ¿Qué clase de horrible lugar era Azkaban, que cambiaba tanto a las personas?
—Hola, Dani.
Su voz también había cambiado. Seguía teniendo, de alguna forma, ese tono picarón que la caracterizaba, pero a la vez era más ronca y madura. Más sufrida.
Daniela estaba estática, aún con la varita en la mano, sin saber si apuntar al hombre frente a ella o no. Llevaba preparándose mentalmente para ese encuentro desde que Sirius escapó de prisión hace algunas semanas, pero en ese momento estaba simplemente en blanco. En realidad nada podía haberla preparado para encontrarse con el amor de su vida luego de tantos años.
—Sabía que vendrías —murmuró ella con voz temblorosa—. No sé a qué has venido, Sirius, pero debes irte. El ministerio vigila esta casa desde que escapaste.
—Yo... necesitaba verte. A tí y a... a Luke.
—Vete, Sirius.
—Dani, yo... sé que debes odiarme, pero...
—¿Odiarte? —ella rió sin gracia—. ¿Por qué habría de odiarte? ¿Porque resultaste ser un seguidor de Tom y sus estupideces?, ¿porque resultaste ser el verdadero espía y traicionaste a tus amigos?, ¿porque no te importamos tu hijo y yo cuando mataste a todos esos muggles y a Peter...?
—¡No menciones a ese asesino traidor! —gritó Sirius con brusquedad, interrumpiéndola y asustándola. Daniela de inmediato levantó la varita, y Sirius retrocedió unos pasos—. Lo siento, yo no... Es que él... Fué él, Dani. Pettigrew era el traidor. Lo descubrí la misma noche que murieron James y Lily. Perseguí a Pettigrew hasta una calle muggle y él confesó todo; entonces se provocó una gran explosión matando a todas esas personas, fingiendo su muerte.
ESTÁS LEYENDO
One-Shots • Harry Potter saga || Libro #1
Fanfiction¡OneShots y mini series de diferentes personajes de la saga de Harry Potter! Las distintas historias de este libro cuentan con protagonistas con nombres específicos; no utilizo "(T/N)" ni "_____". #42 - historiacorta 07/Nov/2019 Todos los derechos a...