One-Shots • Harry Potter saga || Libro #1

18.8- Draco Malfoy

April se encontraba leyendo un libro, sentada en el jardín trasero de la mansión, cuando Draco se acercó a ella acompañado de un hombre alto y moreno. 

Cabe destacar que la niña estaba bajo el efecto de la poción multijugos, por lo tanto, era Scorpius. 

—Scorp, hijo. Mira quién vino a visitarnos. 

April miró al hombre y no lo conoció. 

—Uhm... hola —balbuceó con nerviosismo. 

—¿Hola? ¿Sólo eso le dirás a tu precioso y guapo tío Blaise? 

Entonces April recordó que Scorpius le había informado que Blaise Zabini era su padrino, era una buena persona y muy cariñoso con él. 

—¡Padrino! —exclamó saltando a sus brazos.

—¿Cómo te va, pequeño hurón? ¿Cómo estuvo Hogwarts? 

—¡Súper!

—¿Cómo te va con April? —ella lo miró extrañada—. Sí, tu padre me habló de la existencia de tu hermana. No te sorprendas, soy su confidente. 

—Ya, Blaise —murmuró Draco. 

—Nuestra relación es buena —respondió April más relajada—. April es una persona maravillosa, ella podría ser la mejor hija del mundo, y se nota que también me quiere mucho. Es la hermana ideal. 

—¡Vaya! Me alegro que se lleven muy bien. No puedo esperar a conocerla. ¿Crees que le guste ir con nosotros a la casa del lago en el verano?

—Pero... tu no la conoces —murmuró April extrañada—. ¿Por qué quieres invitarla?

—No necesito conocerla para invitarla, Scorp. Es una Malfoy, tu hermana e hija de Draco. Eso es suficiente para mí. Ya la hace parte de mi familia. 

April sonrió y sintió que sus ojos se llenaban de lágrimas. Estaba agradecida de que un amigo de su padre que ni siquiera la conocía le tuviese tanto aprecio. 

—Sí, creo que le gustará.

Draco y Blaise se alejaron unos pasos para conversar, pero no los suficientes como para que April no escuchara. 

—Te noto preocupado, ¿todo bien? —preguntó Draco.

—Sí, es sólo que... las amenazas que llegan al ministerio son cada vez más frecuentes. Ya sabes que Daphne es la secretaria del ministro. Ella me dijo que temen que las amenazas se vuelvan reales. Lo tienen amenazado a él, a Potter y a varios otros funcionarios. 

—¿A Hannah también?

—No sé tantos detalles. Van a asignarles vigilancia a sus hogares y a sus familias. Y a las familias relacionadas anteriormente con el Innombrable también van a vigilarlas. 

—¿Te refieres a que voy a tener a dos putos aurores vigilando mi culo cada vez que vaya al baño?

—No te alteres, Draco. Es sólo por precaución. 

—Precaución tu abuela. Han pasado casi veinte años de la guerra y siguen desconfiando de mí. 

—La situación es grave, Draco. Será mejor que cooperes. 

—Lo haré. Ahora si me disculpas, le prometí a mi hijo que daríamos un paseo en escoba.

•

A la mañana siguiente, domingo, Draco se levantó temprano y caminó hacia la habitación de Scorpius para despertarlo. Había planeado una mañana comprando regalos en el callejón Diagon, principalmente porque quería mantenerse alejado de Astoria. No quería verla ni en pintura.