One-Shots • Harry Potter saga || Libro #1

07- George Weasley

Reencuentro

Nicole se apareció afuera del edificio en el que vivía y caminó manqueando hasta la entrada, que misteriosamente estaba cubierta de una niebla color violeta.

—Día duro, ¿eh? —le sonrió el conserje mirando la lesionada pierna de Nicole.

—No se imagina —respondió la chica intentando imitar el buen humor del hombre—. ¿Qué pasó aquí?

—Un niño pasó corriendo y lanzó una especie de bomba de humo, y el lugar se llenó de una nube violeta. Nunca había visto tal cosa. Éstos inventores de bromas están cada día más creativos, ¿no cree?

—Sí... —susurró Nicole con tristeza, recordando a cierto inventor de bromas que formaba parte de su pasado.

—¿Sabe? Mi hijo también es policía— continuó hablando el conserje—. Le hablé de usted, pero dice que nunca la ha visto.

—Hum... Hay diferentes cuadrillas y estaciones. Yo no tengo un lugar fijo.

—Sí, tiene razón. Bien, no le quito más tiempo. Buenas tardes.

—Buenas tardes —se despidió la chica.

—¡Ah, señorita Longbottom! Los ascensores están en mantención, tendrá que utilizar las escaleras.

—Genial. Bien, gracias por decírmelo.

Nicole se dirigió a las escaleras preparándose mentalmente para subir seis pisos con su pierna lastimada.

Se demoró aproximadamente veinte minutos en llegar al piso correcto, y otros cinco descansando antes de comenzar a caminar por el pasillo en dirección a la puerta de su departamento. Pero cuando lo hizo, se detuvo en seco. Había un chico pelirrojo de pie afuera de su puerta, sosteniendo un ramo de rozas rojas.

George.

Hacía tres años que no lo veía, y recordó de inmediato su último encuentro: George había terminado con ella luego de años de estar juntos.

Nicole caminó temblando levemente, y no a causa de la herida en su pierna. George sólo la miraba, sin acercarse, sin decir nada. Parecía que el pelirrojo había envejecido diez años; se notaba cansado, estaba delgado y su cabello normalmente de un color pelirrojo fuego, estaba más oscuro. Para ser un empresario exitoso, no se veía muy feliz.

—G... George...

—Hola, Nico —respondió él sonriendo al fin. Nicole recordó de inmediato los tiempos en que esa sonrisa la hacía suspirar y derretirse de amor. Y en ese momento comprobó que George seguía teniendo ese efecto en ella.

—¿Qué se te ofrece? —preguntó la chica sacando las llaves de su cartera.

—¿Eso es sangre? ¿estás herida?

George se acercó a ella con preocupación, pero Nicole se echó hacia atrás rápidamente, perdiendo el equilibrio. George alcanzó a sujetarla antes de caer.

—Gracias —dijo ella apartándose y abriendo la puerta de su departamento.

—¿Qué te pasó?

—Una misión que salió mal. Ésto no es nada, Harry y mi hermano están peor.

—Así que sigues siendo auror —dijo George entrando en el departamento tras ella.

—Sí, es lo que estudié. El conserje cree que soy una policía muggle.

—No me dejó entrar —sonrió George—. No estoy en tu lista de visitas. Tuve que pedirle a un niño pequeño que arrojara una bomba de humo y entré escondido.

Nicole no pudo evitar reír. Sólo George haría eso.

—¿Quieres algo de beber?

—Sí, lo que sea. Gracias.