One-Shots • Harry Potter saga || Libro #1

33- Fred Weasley

¡¡Doble actualización!!

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Loco

BEATRIZ

A pesar del peligro en el que nos encontramos todos, con los mortífagos dominando día a día más sectores del mundo mágico y muggle, me alegra que Bill y Fleur pudiesen llevar a cabo su boda. 

Las medidas de seguridad han sido muchas, a donde sea que mire hay algún auror vigilando los alrededores de La Madriguera, pero todo vale la pena al ver a Bill y Fleur bailando un suave vals, mirándose como si nadie además de ellos existiese.

—¿Y cuándo se casarán tú y Fred, querida? —pregunta tía Muriel, causando que me atragante con el jugo que bebo y manche mi vestido.

—Fred y yo no pensamos casarnos pronto, tía —mascullo limpiándome con una servilleta; maldita vieja entrometida—. No así como están las cosas en la actualidad. Además, Fred es bastante... —lo observo reír junto a George a unos metros de nosotros, ambos pusieron burbujas de gas a lo largo de todo un banco y se parten de risa cada vez que un invitado toma asiento y se levanta de inmediato producto del mal olor—, infantil como para casarse.

—Aah. Entonces te dio un anillo por nada.

—Él no me ha dado ningún anillo.

—¿Cómo no? Pero si me pidió...

—¡Tía Muriel! —exclama Fred tomándole los hombros y apretándoselos un poco, ya que la anciana hace una mueca de dolor—. ¿No te han dicho que si hablas demás, se te puede salir la lengua?

—¿Qué me estás queriendo decir, chiquillo irrespetuoso?

—Que se calle un rato, tía. O me espantará a la chica.

Mi apuesto pelirrojo toma mi mano invitándome a ponerme de pie y caminamos hacia la pista de baile. Ya en el centro, junto a las demás parejas, Fred pone sus manos en mi cintura y afirmo las mías en sus hombros. Debo admitir que con traje y corbata luce radiante y más guapo de lo normal.

—Te ves precioso vestido de etiqueta —susurro dejando un suave beso en su cuello, y lo siento estremecerse y apretar mis caderas, aunque disimula gracias a los movimientos del baile.

—No me gusta. ¿Para qué tanta formalidad? Si algún día me caso, lo haré en bermudas y descalzo. Y los invitados podrán ir vestidos de la forma que quieran. Y el lugar de la ceremonia será preferentemente en la playa, al atardecer. ¡Ah! Y quien dirija la ceremonia no será este mismo viejo aburrido que me hizo dormir mientras hablaba de los deberes del matrimonio.

—¿Alguna otra condición, señor Weasley? —río mirándolo a los ojos, y me sorprende lo seria que es su expresión al hablar de esto.

—Sí, que tú y sólo tú seas la novia.

Me toma varios segundos procesar sus palabras, y cuando reacciono, veo a Fred inclinado sobre su rodilla delante de mí, con una pequeña caja negra en sus manos.

—Beatriz Potter, ¿me harías el honor de casarte conmigo, considerando que tendrás que aguantarme siendo así de irritante y guapo por siempre? 

Mi vista se vuelve borrosa producto de las lágrimas, mis manos tiritan a causa de los nervios y no ayuda el hecho de que la música se detuvo y todos los invitados nos rodean mirándonos con las más grandes sonrisas.

—Sí... Cla... Claro... ¡Claro que sí, Fred! 

Suelto un gritito emocionada y salto a sus brazos cuando se pone de pie. Lo beso transmitiéndole todo el amor que siento por él, y Fred me abraza apretándome contra su cuerpo. Luego pone el lindo anillo en mi dedo y escucho a tía Muriel gritar "¡Es una reliquia de la familia, yo se lo dí!" antes de que nos veamos rodeados por brazos de amigos y familiares, todos felicitándonos.

—¡Felicidades, Bea! —exclama Harry abrazándome con fuerza—. Mereces ser feliz, hermana. Siempre has cuidado de mí, y mereces ser feliz.

—Tú también, Harry. Te quiero mucho —limpio mis lágrimas y le sonrío, luego recibo el abrazo de Bill—. Lamento haber interrumpido tu boda, cuñado.

—No te preocupes, Bea. Fred habló hace unos días con Fleur y conmigo, y por supuesto que estuvimos de acuerdo. Esta es una noche que los Weasley no olvidaremos.

Luego de cálidos abrazos por parte de todos, Fred logra sacarnos de la carpa para respirar aire fresco, lejos de la multitud. Salto nuevamente sobre él y toma mis piernas sosteniéndome en el aire, comenzando a caminar.

—¿A dónde me llevas?

—A que me ayudes a liberar la tensión que provocaste en mis pantalones con ese beso en mi cuello.

—¡Tienes que estar bromeando!

Fred ignora mis quejas y no me suelta hasta que nos encontramos bien escondidos entre los árboles frutales, rodeados de arbustos. 

—Fred, no... —se las arregla para recostarme en el suelo, aún cuando me resisto—. ¡Mi vestido!

—Te compraré otro.

Comienza a besar mi cuello con delicadeza mientras sube sus manos por mis muslos.

—Fred... te amo, pero... alguien... podría venir... —jadeo sintiendo sus caricias cada vez más provocativas.

Mi pelirrojo levanta la cabeza y grita hacia la carpa:

—¡No vengan, Bea y yo estamos haciendo el amor!

—¡Fred! Por Merlín, eres un estúpido... ¿Acaso estás loco?

—¿Por tí? —se acerca y me besa nuevamente—. Sí, si lo estoy.

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One shot un poco más corto de los que normalmente suelo escribir, pero me gustó el resultado. ¿Qué opinan ustedes? También quieren un Fred Weasley como novio, ¿verdad?

¡A leer el siguiente!

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