29.1- James Sirius Potter

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James se apartó de golpe y miró fijamente a Georgie con los ojos muy abiertos. El silencio era asfixiante, y luego de varios segundos, Georgie comenzó a incomodarse.

—¿Qué acaba de pasar? —murmuró la castaña sintiendo sus mejillas calientes. Seguía con la sensación de los labios de James rosando los suyos y despertando en ella miles de sensaciones.

James suspiró y cerró los ojos, volvió a acercarse y juntó su frente con la de Georgie. Y cuando iba a volver a besarla, casi rosando sus labios, ella lo detuvo con los ojos llenos de lágrimas:

—No lo hagas.

—¿Qué cosa?

—No me lastimes.

—Lo siento —James se apartó y caminó hacia la salida—. Tienes razón, yo... Esto fue un error —y se fue.

Georgie continuó ordenando y limpiando sin ningún apuro. Tenía una sensación de vacío en su interior, mezclada con desilusión. ¿Qué esperaba? ¿Que de pronto James correspondiera a sus sentimientos? 

No era tonta. Sabía perfectamente que la vida no era una película donde de pronto el chico guapo se enamoraba de la chica que lo quería en secreto. 

James simplemente se había dejado llevar por la tensión del momento, desatando así un beso inolvidable: el primer beso para Georgie.

"Esto fue un error"

¿Que si le dolían esas palabras? Claro que  sí, y se sintió como una tonta cuando dos gruesas lágrimas se deslizaron por sus mejillas. 

—¿Estás bien?

La voz de Remus la hizo voltearse. Su mellizo estaba afirmado en la puerta con una expresión seria, poco frecuente en él.

—¿Tú y Scorpius terminaron de pelear? —Georgie sonrió, pero Remus no le devolvió la sonrisa.

—Yo pregunté primero, Geo. ¿Estás bien?

—¿Por qué estaría mal?

—Porque James te besó y luego se fue como un cobarde —Georgie abrió la boca para hablar, pero Remus continuó hablando mientras se acercaba—. Nos encontramos en el pasillo y decidió contarme lo que ocurrió. 

—¿Y tú qué hiciste?

—Lo golpeé. Nadie le hará eso a mi hermana y saldrá ileso. Citaron a nuestros padres para mañana —Remus se encogió de hombros restándole importancia—. Papá está acostumbrado a recibir quejas de nosotros, no habrá mayor drama. 

—No debiste hacerlo, no es para tanto.

Georgie y Remus no tenían secretos con el otro. Eran mellizos en todo el sentido de la palabra, mejores amigos y compañeros de travesuras. Por eso Georgie no sintió pena alguna hablando con él de lo ocurrido.

—Sólo me besó. Pero tiene novia, así que será mejor olvidarlo.

—Esa Ravenclaw no te llega ni a los talones, Geo. Si quisieras, podrías darle mil patadas en el trasero con los ojos cerrados.

—Idiota —rieron—. Ya vámonos. 

Salieron del invernadero y volvieron al castillo. 

Georgie se dio un baño antes de ir al gran comedor a cenar, y tragó con dificultad el nudo que se formó en su garganta cuando vio a James en el vestíbulo junto a su novia, Melody Walker-Chang. 

Melody era, de estatura, más pequeña que Georgie, tenía el cabello negro y los ojos muy oscuros.

Ambos lucían muy cariñosos y felices juntos, aunque James tenía un gran moretón en su ojo izquierdo, allí donde Remus lo había golpeado. El azabache vio a Georgie pasar junto a ellos con su cabeza agachada y no pudo evitar seguirla con la mirada hasta que se perdió tras las puertas del gran comedor.

One-Shots • Harry Potter saga || Libro #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora