One-Shots • Harry Potter saga || Libro #1

18.4- Draco Malfoy

Blaise Zabini entró al bar con un mal presentimiento, mirando hacia todos lados con recelo, y se acercó de inmediato a la barra al ver una conocida cabellera rubia.

—Déjame adivinar... —dijo sentándose junto a Draco—. Tiene que ver con Hannah Peverell. Sólo ella te te tendría bebiendo en éste bar de mala muerte a las dos de la mañana.

Draco asintió y se bebió de un trago el whisky que quedaba en su vaso. Había bebido tanto que ya no sentía ningún ardor en su garganta con el paso del fuerte licor.

—Astoria está preocupada, me dijo que llevabas tres días sin llegar a la casa y supe de inmediato que estabas por aquí.

—No me hables de esa mierda. Esa mierda que se hace llamar mi esposa.

—¿Qué ocurrió?

—Tengo una hija, Blaise.

—¿Una hija? La última vez que ví a Scorpius, él...

—No te hagas el gracioso, joder. Tengo una hija, con Hannah.

—Draco...

—¡Es en serio, maldita sea! La niña tiene la edad de Scorpius, es rubia, ojos azules como Hannah... Se parece a ella, pero también se parece a mí.

—¿Estás seguro?

—Sí —Draco pidió otro vaso de whisky y terminó quedándose con la botella entera—. ¿Y sabes qué es lo peor? Mis padres lo sabían, y también Astoria. Creí que... creí que ella y yo estábamos juntos en esto; éramos amigos. Ninguno quería casarse pero aprendimos a vivir juntos por Scorpius. La consideré mi amiga todos estos años y resulta que ella también sabía que Hannah tenía una hija mía, ¡y no me lo dijo!

—Estás culpando a tus padres y a tu esposa. ¿Qué hay de Hannah? Ella debió buscarte.

—Ella no tiene la culpa.

—Sólo lo dices porque sigues enamorado de ella, Draco.

—¡Lo digo porque la entiendo, Blaise! Ponte en su lugar. Lo más probable era que aún no sabía que estaba embarazada cuando terminé con ella... cuando la dejé. Imagínate lo que sintió cuando supo que estaba embarazada del chico que la abandonó.

—Tú no la abandonaste.

—Pero ella cree que sí. Nunca me dejó explicarle por qué me casaba con Astoria... —Draco se pasó las manos por la cara, mojada por las lágrimas, y soltó un suspiro—. Se llama April.

—¿La niña?

—Sí. Es hermosa, Blaise... Y se crió sin un padre. Sin mi.

—¿Hannah nunca se casó? ¿No tiene más hijos?

—No. Supongo que tampoco ha dejado de amarme... ¿Por qué no la busqué antes? ¿Por qué no...?

—No ganas nada mortificándote ahora, amigo. ¿Por qué no hablas con Hannah?

—Sí, eso haré.

Draco se puso de pie y se tambaleó.

—No ahora, Draco. Vete a casa, date un baño y descansa. Vamos, te iré a dejar.

—N... no, estoy bien. Tranquilo, Blaise, conozco el camino.

—No hay problema, puedo acompañarte.

—Es en serio, quiero estar solo. Te... te veo luego...

Draco se marchó bajo la atenta mirada de Blaise, que estuvo a punto de seguirlo, pero no lo hizo sabiendo que era lo mejor. Incluso borracho Draco sabía cuidarse solo.