Ya había oscurecido cuando Abby llegó a la mansión Nott. Hacía años que no visitaba su antigua casa, pero seguía igual de elegante que siempre.
—¿Te gusta, Freddie? Aquí viviremos ahora —susurró Abby.
El pequeño Fred no contestó, y se limitó a mirar con asombro la gran casa que se alzaba frente a ellos.
Salía humo de una de las chimeneas y las luces del segundo piso -que era donde estaba el salón- estaban prendidas, por lo que Abby supo que su hermano se encontraba adentro. Confiaba en que Theo la recibiría, pese a que hacía años que no se visitaban. Y ese había sido su error: darle la espalda a su familia por George. Luego de la batalla, su padre había sido sentenciado de por vida a Azkaban por ser un mortífago, Theo había quedado solo y Abby era todo lo que tenía en el mundo, pero ella se mantuvo alejada y se limitó a hablar con él a través de cartas.
Lo cambió todo por George, y se equivocó.
Tocó el timbre y esperó. Los segundos se le hacían eternos; incluso pensó en devolverse y buscar otro lugar donde pasar la noche, pero antes de decidirse, un viejo elfo doméstico abrió la puerta:
Mushu.
—¿A... ama Abby? ¡Oh, amita Abby! —el elfo se echó a llorar a sus pies desconsoladamente.
—¿Quién es, Mushu...? —Theo se detuvo en seco al ver a su hermana de pie en el umbral, llevando una maleta en una mano y en la otra sujetando a un pequeño niño pelirrojo que miraba con curiosidad al elfo que sollozaba en el suelo—. ¿A...Abby?
Theo seguía igual de delgado que siempre, con su alborotado cabello castaño y su aire pacífico, pero ahora llevaba barba, lo que lo hacía verse un poco mayor.
—Ho... hola, Theo... —Abby se aclaró la garganta—. Yo... me preguntaba si podía pasar aquí la noche —Theo la miró sorprendido y luego frunció el ceño—. Hum... George y yo ya no estamos juntos y no tenía a dónde ir. Sé que debí avisarte antes pero todo fué repentino, y... ¿Sabes? No importa, puedo quedarme en el Caldero Chorreante... —Abby se volteó, pero Theo la detuvo.
—¿Qué? No, claro que puedes quedarte aquí. Ésta sigue siendo tu casa —se apresuró a tomar la maleta de su hermana y la hizo entrar—. Lo lamento, es sólo que... me tomaste por sorpresa.
Al parecer, nada había cambiado dentro de esa mansión. El vestíbulo seguía igual, con diferentes retratos de antiguos integrantes de la familia.
—Vaya, todo sigue igual a como lo recuerdo —dijo Abby mirando a su alrededor.
—Sabes que nunca he sido de los que les gusta remodelar. Mushu, ¿estás bien?
—Sí, amo —respondió el elfo secándose las lágrimas.
—Mira, Freddie, él es Mushu, un elfo doméstico —Fred miraba al elfo con una gran sonrisa. Al parecer, la vieja criatura le causaba más diversión y curiosidad que miedo. Se acercó y tocó las orejas de Mushu, que era de su mismo porte.
—¿Puedo jugar con él, mamá?
—Sí, y debes tratarlo como a un amigo, Freddie.
—El amito es muy gracioso —dijo Mushu mirando a Fred con cariño—. Se parece mucho a usted, ama Abby.
Ella sonrió.
—Ahora, Freddie, él es el tío Theo, mi hermano.
—¿Tío Theo? —repitió el pequeño Fred.
—Sí, Fred. Soy tu tío —dijo Theo. Luego estiró sus brazos y lo levantó—. Mushu, lleva la maleta de Abby a su antigua habitación. Usa magia.
ESTÁS LEYENDO
One-Shots • Harry Potter saga || Libro #1
Fanfiction¡OneShots y mini series de diferentes personajes de la saga de Harry Potter! Las distintas historias de este libro cuentan con protagonistas con nombres específicos; no utilizo "(T/N)" ni "_____". #42 - historiacorta 07/Nov/2019 Todos los derechos a...