One-Shots • Harry Potter saga || Libro #1

38.1- Teddy Lupin

VIOLET

—Hola, vecina. ¿Algún problema?

Teddy me sonríe provocando que un hoyuelo se forme en una de sus mejillas. Él sale al pasillo y yo retrocedo un paso sin poder articular palabra.

¿Qué demonios hace aquí?

La emoción de verlo luego de casi seis meses contrasta con la sorpresa de encontrarlo aquí y con las preguntas que comienzan de inmediato a atormentarme.

¿Se mudó a este lugar con Victoire?

Me cambié de ciudad para seguir adelante con mi vida, para olvidarlo, no para tenerlo de vecino viviendo su felices por siempre con otra chica.

¿Acaso la última vez que hablamos no le quedó claro que no quiero volver a verlo?

—Violet, ¿no dirás nada?

—Yo... ¿Qué haces aquí?

—Acabo de mudarme. ¿No te parece genial?

—La verdad no.

Me volteo hacia las escaleras y comienzo a bajar rápidamente, consciente de que Teddy me sigue.

—¡Violet, espera!

Sujeta mi brazo, pero lo empujo haciendo que me suelte.

—No me toques. Tu prometida podría molestarse.

Sí, lo último que escuché antes de dejar Londres fue que él y Victoire se habían comprometido. Y mi corazón terminó de romperse un poquito más con esa noticia.

—Maldición, Victoire y yo ya no estamos juntos. ¿Por qué crees que estoy aquí?

Creo que no estoy entendiendo nada. En ese momento, una vecina muggle pasa junto a nosotros por las escaleras y mira el azulado cabello de Teddy con los ojos entrecerrados.

—Estos jóvenes... —murmura alejándose.

—¿Cómo que tú y Victoire ya no...?

—Simple. No la amo. La quiero mucho y le tengo un increíble aprecio, pero eso es todo y era momento de ser honesto conmigo mismo. 

Creo que ya sé por dónde va la cosa. Pero ni en mil años estaría preparada para escuchar a Teddy decir:

—Te amo, Violet. 

Ni en mis sueños más locos habría imaginado que el chico que amo me diría lo mismo bajo tan raras circunstancias, en medio de la escalera de un edificio tras un encuentro inesperado. 

Teddy se pasa una mano por el cabello en un gesto nervioso, y sólo consigue revolvérselo aún más. Un adorable rubor cubre sus mejillas y al mirar sus labios sólo puedo recordar nuestro primer beso hace ya tantos años.

—Siempre lo supe —continúa hablando—. Pero me negaba a aceptarlo para no arruinar nuestra amistad. Cuando te perdí me di cuenta de que habría preferido arriesgarme en lugar de no volver a verte. Así que terminé mi compromiso con Victoire, que por cierto fue un malentendido, y conseguí tu nueva dirección con una de tus amigas. Yo... sólo espero que no sea muy tarde para que me perdones.

Conozco a Teddy. Luce honesto y sincero. Pero ese no es el punto. La verdadera pregunta es, ¿debo perdonarlo? Me hizo daño indirectamente, me abandonó sin importarle nuestra amistad y se alejó de mi lado cuando más lo necesité.

Reacciono cuando sus brazos rodean mi cintura y su rostro se hunde en mi cuello. Huele bien. Huele increíblemente bien. Y se siente aún mejor. Pero luego de permitirme unos segundos disfrutándolo, me aparto.