One-Shots • Harry Potter saga || Libro #1

12.2- Scorpius Malfoy

Seis meses después...

Narra Emilia. 

Asistir a la universidad es una experiencia completamente nueva para mí. Es muy diferente a Hogwarts en todos los sentidos y he tenido que acostumbrarme, sobretodo, a no utilizar mi magia más que cuando estoy en casa. 

   Acabo de salir de clases, es viernes y como no soy mucho de salir a fiestas, me dirijo a mi tranquilo y acogedor departamento para una tarde de películas o series. Normalmente lo primero que haría al llegar, sería preparar un bol de palomitas y sentarme frente al televisor a ver una maratón de Friends, mi serie favorita. Pero hoy tendrá que ser otra, porque no voy sola. 

—Así que, ¿qué veremos hoy? pregunto acomodando mi mochila. 

—¡The Flash! Voy en el capítulo 12 de la tercera temporada —exclama Mika dando un saltito. 

Genial. Tendré que soportar que mi mejor amiga babee sobre la pantalla de mi televisor cada vez que Tom Felton aparezca interpretando a Julian. ¿Qué puedo decir? Mika es un poco... intensa. 

Michaela -Mika para los amigos- y yo nos conocimos en nuestro primer día de clases. Ambas andábamos perdidas buscando el aula de Arte Contemporáneo y chocamos en pleno pasillo. Desde ese día somos inseparables y ha hecho que no me sienta sola estando tan lejos de casa... tal lejos de él. 

Scorpius. No he sabido nada de él desde que me marché de Londres. No nos hemos escrito, pero con quién sí suelo hablar a través de WhatsApp es con Albus, es el único con quien mantengo contacto. Creí que la distancia me ayudaría a olvidar a Scorpius pero la verdad es que...

—¡3312! ¡Tenemos un 3312! —el grito de Mika me hace pegar un salto. 

—¡¿Pero qué te pasa?! —su cara de horror y el pánico en su voz me advierten que no está bromeando. Miro en la dirección que señala, y veo humo saliendo del cuarto piso del edificio donde vivo. 

   El cuarto piso...

—¡Mi departamento! —exclamo echando a correr en dirección al edificio. Mika corre siguiéndome y gritando cosas que no alcanzo a entender. ¡No puede ser! La calle está cerrada con cinta policial y hay tres camiones de bomberos en la entrada. Afortunadamente me dejan subir de inmediato ya que el incendio está controlado.

   Al llegar al cuarto piso, me encuentro una singular escena: Scott, el conserje, tiene a un chico arrinconado contra la pared e intenta golpearlo mientras dos oficiales tratan de tranquilizarlo.

   Scott logra darle un puñetazo en el momento en que grito:

—¡Scott! ¿Qué ocurre? 

—¡Éste idiota incendió tu departamento, Emy! —contrario a los conserjes viejitos y canosos, Scott es un guapo saco de músculos de treinta años, por lo que su cuerpo tapa al delgado chico responsable del incendio. Cuando se aparta, casi caigo de espaldas al reconocer aquella desordenada mata de cabello rubio. 

—¡¿Scorpius?! 

—Hola, Emy —me saluda el rubio apenado. 

—Pero... ¿qué ocurrió? ¿qué haces aquí, Scorp?

—Yo, uh... vine a buscarte. No había nadie así que entré y me quedé a esperarte. Quería darte una sorpresa y... estaba preparando palomitas en el microondas, pero... 

—El muy idiota las dejó por más de una hora. El microondas explotó —lo interrumpió Scott golpeándole la nuca con la mano—. ¿Qué clase de estúpido no sabe utilizar un microondas? 

   Scorpius lo mira enojado y se pasa una mano por su labio inferior haciendo una mueca de dolor y limpiándose un hilo de sangre.

—Perdónalo, es guapo —murmura Mika a mi lado, y luego se dirige a Scorpius—: ¿Tienes porciacaso un amigo soltero? ¿un hermano, primo...?