13- Draco Malfoy

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Te avergüenzas de mí

Draco me mira con unos ojos de cachorro a medio morir y la expresión más triste que he visto en mi vida. 

Joder, Annie, no caigas. 

—Bien, iré —termino aceptando y al rubio frente a mí se le ilumina el rostro. Draco cierra el espacio que hay entre nosotros tomando mi cintura y atrayéndome hacia él con delicadeza. De un momento a otro, sus labios están sobre los míos y se mueven de forma experta, su lengua traza el contorno de mis labios pidiendo entrar, y yo se lo permito. El beso se vuelve más apasionado y Draco me presiona entre su cuerpo y la pared, llevándome más allá del pasillo vacío en el que nos encontramos, haciéndome flotar a través de las nubes con un simple beso. 

¿De qué va todo ésto? Pues el equipo de quidditch de Slytherin -donde Draco es buscador- acaba de ganar el partido contra Hufflepuff, así que en la noche harán una fiesta en su sala común y Draco me ha invitado, pero le ha costado un poco convencerme... hasta que puso esa carita y no pude negarme. 

—Eres la mejor novia del mundo —susurra contra mis labios. 

—Soy tu primera novia, Draco. No es que tengas mucho con qué compararme. 

—Bueno, sí, eres la primera, si no contamos a las amigas con derecho que he tenido antes... —se calla de golpe y su sonrisa se borra cuando se da cuenta de lo que ha dicho—. Lo siento, Annie, no quise incomodarte. 

—¿Por qué me incomodaría? ¿porque has insinuado que estás comparándome con la mitad de la población femenina de Hogwarts? —replico con sarcasmo. 

—Annie...

—Ya, Draco, acepté ser tu novia sabiendo sobre tu pasado de mujeriego. Olvídalo, te veo en la tarde. 

Luego de la cena, voy a mi habitación en la torre de Ravenclaw y me esmero en ponerme lo más decente posible. No es que tenga mucha ropa, así que rebusco en mi baúl hasta que Verónica, mi mejor amiga, me interrumpe.

—¿Irás a la fiesta de Slytherin?

—Sí. 

   Me ve sacar una sudadera, unos leggins y me mira con el ceño fruncido. 

—¿Qué? —pregunto al ver su cara de desagrado. 

—Tú y Draco harán público su noviazgo ésta noche, Annie —murmura rebuscando entre sus cosas—. No puedes ponerte una sudadera. 

—¿Por qué no? —ella pone mala cara, hasta que se decide por un jean color beige y una blusa celeste de entre toda su ropa.

—Anda, ponte ésto. Te verás bien y te sentirás cómoda. 

—Pero...

—¡Annie! 

—¡Verónica! ¿Cuál es tu insistencia en que me vea bien?

—Sólo póntelo, ¿sí? Me lo agradecerás. 

   Decidida a no pelear más, me cambio y salgo de mi sala común con nerviosismo.

Draco está esperándome al pie de la torre de Ravenclaw, llevando uno de sus típicos trajes negros que lo hacen verse tan apuesto. Sonríe en cuanto me ve y siento mis mejillas arder cuando examina mi atuendo con lentitud.

—Te ves preciosa, Annie. Aunque no tenías para qué esforzarte, eres guapa por naturaleza.

   Suelto una risita nerviosa y me pongo en punta de pies para alcanzar sus labios.

One-Shots • Harry Potter saga || Libro #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora